Roma.- La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó hoy el potencial que tiene la llamada cooperación triangular para los países pobres, ante el descenso de las donaciones tradicionales hechas por los Estados ricos.
Con ocasión del Día Internacional para la Cooperación Sur-Sur que se celebra hoy, el responsable del equipo de la FAO para ese tipo de colaboración, Carlos Watson, explicó a Efe que “se está viendo más interés de los donantes tradicionales en la cooperación triangular» al considerarla “un modelo adicional para cumplir sus metas de cooperación internacional».
Mientras que la cooperación Sur-Sur es el intercambio de conocimientos, tecnologías, políticas y otros recursos entre los países en desarrollo, la triangular implica la colaboración de al menos dos de esos países con una tercera parte, que suele ser un país desarrollado, uno emergente o una organización multilateral.
El especialista subrayó la importancia de incorporar el mayor número de opciones para catalizar los recursos de forma eficiente, teniendo en cuenta que “el dinero de los países ricos, de los donantes tradicionales, no es tan abundante como hace unos años, y las necesidades son crecientes».
“Posiblemente los métodos tradicionales de cooperación bilateral no son suficientes para alcanzar los objetivos”, afirmó. Muestra del “repunte tremendo” de la cooperación Sur-Sur es el hecho de que, si antes la FAO implantaba alrededor de unos veinte proyectos anuales, este año la cifra ha subido a 96 y nuevos países están enviando cartas a la organización mostrando interés por participar en esas iniciativas.
Desde 1996 la agencia de la ONU ha facilitado el envío de más de 1.800 expertos en más de 50 países de África, Asia-Pacífico, América Latina y el Caribe, y Oriente Medio, si bien el grueso de los intercambios se ha dado en los últimos años, en parte por los grandes proyectos financiados por China.
Watson citó proyectos como el impulsado por la cooperación española con 1,2 millones de euros para sentar las bases de la industria de la acuicultura en Namibia a través de la experiencia en el terreno de técnicos vietnamitas.
Un modelo triangular que ahora las autoridades namibias deberán consolidar después de que España haya iniciado la retirada de ese país, actualmente considerado de renta media.
“Queremos innovar para que haya más socios técnicos y participantes en la implementación de los programas”, incluyendo al sector privado, la sociedad civil, los académicos, los centros de investigación o las asociaciones de campesinos, apuntó el experto.