BOGOTA (AP).- El presidente Alvaro Uribe utiliza la extradición como «instrumento de presión y de chantaje»», afirmó Raúl Reyes, portavoz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Reyes formuló su declaración en momentos en que el mandatario ofreció no extraditar a Estados Unidos al dirigente guerrillero Simón Trinidad a cambio de la liberación de 63 personajes políticos, policías, soldados y cuatro extranjeros secuestrados.

En una entrevista divulgada el domingo en la noche por Noticias 1 de televisión, Reyes advirtió que Trinidad no es negociador del intercambio humanitario y que éste debe lograrse en un acuerdo directo de sus delegados oficiales con los del gobierno en una zona desmilitarizada.

Uribe sorprendió la semana pasada al ofrecer que desistiría de la extradición de Trinidad, quien participó de la comisión que negoció la paz sin éxito con el gobierno colombiano entre 1999 y 2002, si las FARC libera a los rehenes, algunos de ellos secuestrados desde hace más de seis años.

El plazo legal para que Uribe desista o confirme la extradición de Trinidad vence el 30 de diciembre y Reyes no hizo alusión al breve término que tiene la guerrilla para decidir si acepta la propuesta. Al parecer su respuesta fue escrita antes de conocer la propuesta de Uribe.

Aparentemente, las FARC dejarán que Trinidad sea extraditado a los Estados Unidos en donde tiene pendiente un proceso judicial por narcotráfico, mientras analistas de prensa y familiares de los secuestrados dijeron que Uribe cometió un error político al condicionar al intercambio humanitario en un breve término.

«Algunos me han dicho: Presidente es grave mezclar la extradición con un tema político como el de los secuestrados, es grave, esa mezcla no debería existir. Lo que no puede seguir pasando en la patria es que siempre sean los terroristas los que pongan las condiciones, los que tomen la iniciativa»», respondió Uribe en un discurso que pronunció el domingo en Subachoque, municipio cercano a Bogotá.

El Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, afinó el lunes la propuesta y dijo que el gobierno se reuniría con los negociadores rebeldes en cualquier iglesia de Colombia y que su protección en el traslado estaría a cargo de los sacerdotes católicos.

Uribe también congeló la extradición de Salvatore Mancuso, máximo jefe paramilitar, debido a que se encuentra liderando el proceso de desmovilización de miles de combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Mancuso igualmente ha sido solicitado por Estados Unidos bajo acusaciones de narcotráfico.

Reyes, miembro del Secretariado de las FARC, aseguró que el proceso de desmovilización de los paramilitares «es una burla al pueblo colombiano y a la comunidad internacional»».

Igualmente calificó de «farsa»» el indulto de 23 guerrilleros de las FARC decretado recientemente por Uribe, en un gesto unilateral para ayudar a la liberación de los secuestrados, encabezados por la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

Ante la posición de las FARC de rechazar la propuesta de Uribe, se ha reactivado la propuesta de negociar en los municipios de Pradera y Florida.

«Si se encuentran (los negociadores, el gobierno y las FARC) en una zona rural de Florida o Pradera o en cualquier sitio, en término de días llegan a un acuerdo para lograr la libertad de las personas secuestradas»», dijo a la prensa Angelino Garzón, gobernador del Departamento del Valle en cuya jurisdicción se encuentran ambos municipios.