BOGOTÁ (EFE).- La guerrilla de las FARC pidió por segunda vez al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que le permita presentar ante la Asamblea General del organismo su visión del conflicto armado colombiano y fórmulas que permitan superarlo. La solicitud fue ratificada por el «secretariado» o mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una carta abierta a Annan divulgada hoy por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL, con sede en Estocolmo).

«Solicitamos nuevamente a usted (que) se nos permita participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas para explicarle al mundo la realidad de nuestro conflicto interno y las propuestas que, a nuestro juicio, contienen fórmulas de solución incruenta a la grave crisis que nos afecta y enfrenta con los dueños del poder», dice la misiva.

Según el mando rebelde, se trata de un «esfuerzo que estamos dispuestos a hacer por la paz de nuestro país, siempre y cuando contemos con verdaderas garantías de seguridad para nuestra delegación de ida y regreso al sitio de partida».

Con el mensaje, fechado en «diciembre de 2004» en las «montañas de Colombia», las FARC insistieron en los términos de uno que le dirigieron a Annan el 17 de julio de 2003 para ofrecerle a la ONU «información completa sobre nuestro indiscutible propósito de aportar elementos de juicio a la búsqueda de una solución política al conflicto social y armado, por la vía diplomática».

Del mismo modo, el grupo insurgente dijo que la sesión también podría servir para «explicar nuestra voluntad por concertar el canje o acuerdo humanitario que ponga fin al cautiverio de los prisioneros en poder del Gobierno y de las FARC-EP (Ejército del Pueblo)».

En la nueva comunicación, los rebeldes dijeron que se mantienen dispuestos a la búsqueda de un acuerdo que permita la liberación de los 63 efectivos de la fuerza pública, políticos y extranjeros (tres estadounidenses y un alemán) que tiene como rehenes, a cambio de más de 500 insurgentes que están presos.

Las FARC recordaron que el pasado 28 de noviembre propusieron al gobierno del presidente Alvaro Uribe que el consenso sea negociado en una zona desmilitarizada conformada por Pradera y Florida, poblaciones a unos cincuenta kilómetros al este de Cali.

«Nosotros consideramos viable el objetivo de la liberación de los prisioneros sin traumatismos, con la facilitación y acompañamiento de la ONU, del Vaticano y de un pequeño grupo de países amigos de Colombia», agregaron los rebeldes.

Francia, Suiza, España, Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil fueron mencionados por las FARC como las naciones que pueden liderar el conjunto de países amigos y que actuarían «apoyados por la Cruz Roja Internacional y la Iglesia católica colombiana».

Aunque las FARC dijeron a Annan que Uribe no ha respondido a su más reciente propuesta, el Ejecutivo les ofreció el pasado día 20 reunirse con los portavoces rebeldes en cualquier templo católico urbano o rural.

La propuesta fue formalizada por el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, tres días después de que el presidente Uribe concediera la extradición a Estados Unidos, bajo cargos de narcotráfico y toma de rehenes, de «Simón Trinidad», alias de Ricardo Ovidio Palmera, líder de las FARC capturado el pasado enero en Quito y deportado a Bogotá.

Pero Uribe dijo que dejaría en suspenso la entrega del jefe insurgente si las FARC liberaban antes del 30 de diciembre próximo a los 63 rehenes, a lo cual la organización guerrillera no ha respondido.

Ninguna alusión a esta oferta gubernamental aparece en el nuevo mensaje a Annan, lo que hace suponer que data de las primeras semanas de este mes.