MONTAÑAS DE COLOMBIA (AFP).- Las FARC rechazaron un reciente ofrecimiento del gobierno francés para recibir a rebeldes que salgan de prisión en caso de que se concrete un acuerdo humanitario, según dijo Raúl Reyes, número dos de esa guerrilla, en una entrevista con la AFP.

«Las FARC agradecen al señor Chirac por ese gesto, por esa oferta que hace de recibir en su territorio guerrilleros de las FARC, pero en este momento las FARC no está planteando la salida de ninguno de sus combatientes, una vez recuperen la libertad en Colombia», dijo Reyes.

Según el líder rebelde, entrevistado en una zona selvática, las FARC desean que estos combatientes permanezcan en el país «porque Colombia requiere ser liberada definitivamente, mientras Francia es un país libre que no requiere de este tipo de lucha».

El pasado 26 de febrero la portavoz de la presidencia francesa, Catherine Colonna, señaló la disposición de Chirac de recibir guerrilleros que salgan de prisiones colombianos en el marco de un acuerdo humanitario.

Las FARC mantienen secuestrados a una veintena de políticos -entre ellos la dirigente política Ingrid Betancourt-, unos 50 uniformados y tres estadounidenses, que pretende liberar a cambio de la salida de prisión de decenas de rebeldes en las cárceles colombianas.

El presidente colombiano, Alvaro Uribe ha señalado que una de las condiciones para llevar a cabo este intercambio es que existan garantías de que los guerrilleros liberados no vuelvan a delinquir. Es allí donde entra la oferta de Francia de recibirlos, en caso de que el gobierno colombiano así lo disponga.

Sobre los secuestrados, Reyes dijo que «Ingrid Betancourt se encuentra bien, al igual que todos los demás rehenes pendientes del acuerdo humanitario o canje. Todos ellos sí, muy preocupados por la negativa de Uribe a cualquier acuerdo que posibilite su liberación inmediata».

Portavoz de las FARC, Reyes -considerado como el sucesor probable de su fundador Manuel Marulanda (alias ‘Tirofijo’)- se refiere al estado de salud de éste, objeto de recientes informes de prensa que señalan que le quedan seis meses de vida debido a un cáncer de próstata.

«Lo que les puedo decir es que goza de buena salud para beneficio de la lucha del pueblo colombiano», precisó Reyes.

El vocero de las FARC agregó que la versión de una presunta enfermedad que tendría al borde de la muerte a Marulanda, «es una invención, un trabajo de la inteligencia militar».

Reyes, de 53 años, pone su fusil M-16 de fabricación estadounidense contra la mesa instalada en un refugio, y ajusta su kepis, kaki como el resto de su vestido de camuflaje. A la distancia cinco jóvenes guerrilleros montan guardia, con fusiles AK-47 o R-5 en bandolera.

Con un tono determinado, el jefe guerrillero es una muestra del endurecimiento rebelde, desde la ruptura del proceso de paz con el ex presidente Andrés Pastrana el 20 de febrero de 2002, al término de tres años de negociaciones estériles.

«Las FARC tienen toda la voluntad y mantienen invariable la propuesta de canje de prisioneros (…) y será firmado en el momento que haya de parte del gobierno igual propósito porque en este momento las FARC no tiene interlocutor para el acuerdo», dice Reyes.

«De continuar la guerra o la negativa al acuerdo, va a ser muy difícil que nuestra propuesta logre el objetivo de conseguir la rápida libertad de las personas cautivas», agrega.

Reyes dice que las FARC continúan interesadas en una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que sería precedida por otra con el enviado de esta organización para Colombia, James Lemoyne.

«Estamos esperando que él (Lemoyne) venga hasta acá y nos podamos poner de acuerdo sobre una fecha, y el lugar desde luego, donde se realizaría ese encuentro (con Annan). Esa invitación desde luego está vigente».

Sobre dificultades para un encuentro con el enviado de la ONU, dijo que «la inteligencia colombiana le ha dicho al señor Lemoyne que no debe venir a las FARC porque ellas no le ofrecen ninguna seguridad».

También confirmó Reyes la compra de 10.000 fusiles en 1999, aunque dijo no saber si el ex presidente peruano Alberto Fujimori o su asesor Vladimiro Montesinos tuvieron alguna participación en el negocio.

«Las FARC compra las armas en el mercado negro, sin averiguar quien las vende. Llegaron los 10.000 fusiles, se compraron buenos con sus municiones, con sus cargadores, pero no conozco de donde vinieron, mucho menos conozco que tenga el señor Montesinos o el señor Fujimori alguna responsabilidad en eso», dijo.