Faride Raful o el precio de ser mujer

Faride Raful o el precio de ser mujer

Millizen Uribe

¿Está capacitada para el puesto? ¿Puede hacer el trabajo? Antes que el presidente Luis Abinader hiciera oficial la designación de Faride Raful en el Ministerio de Interior y Policía (MIP) ya algunos ponían en entredicho su capacidad para el trabajo.

Nada nuevo bajo el sol. De cuestionamientos como ese está llena la historia de la participación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones, ya sea en el sector público o privado. Las mujeres no sólo tienen que ganarse las posiciones, sino que también tienen que sobredemostrar que son dignas de ellas y, en algunos casos, hasta eliminar las sospechas de cómo obtuvieron el puesto. ¡Y cuán agotador es esto! En la acera del frente, muy por el contrario, tal pareciera que los hombres nacen sabiéndolo todo porque, en comparación con las mujeres y salvo contadas excepciones, ellos tienen menos que demostrar.

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¿En qué se sustentan las dudas sobre la capacidad de las mujeres? ¡En prejuicios! Los datos demuestran que el liderazgo femenino es eficiente por demás. Para muestra un botón. Durante la pandemia del covid-19 las mujeres jefas de Estados y de Gobiernos demostraron mayor eficacia para manejar la crisis sanitaria. En Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Etiopía, Finlandia, Islandia y Nueva Zelandia respondieron con rapidez a la toma de medidas para aplanar la curva, aplicar pruebas, transparencia de los recursos y la comunicación de la información.

En el caso de Faride Raful, los datos también la avalan. En el 2016 fue la diputada más votada y en el 2018 repitió la hazaña en las primarias internas del PRM. Como legisladora ha sido más activa y proactiva que muchos hombres, sometiendo más de 10 proyectos de leyes, entre ellos el de ordenamiento territorial, ciberseguridad, transparencia, vacunas, etc. Ciertamente, ahora tiene entre manos el reto de su vida, pero con su praxis ha demostrado no amedrentarse. Ha resistido con fortaleza los ataques feroces de los antiderechos y se ha mantenido firme en sus posiciones.

Además, su designación tiene un simbolismo importante. Abinader comienza a pagar la deuda de su gabinete con las mujeres dominicanas y rompe estereotipos y la división sexual del trabajo que implica que se considere a las mujeres solo para instituciones vinculadas a áreas de cuidado y asistencia social, tales como Salud, Educación y Cultura, etc.

Y es que España, Chile, Italia, Alemania, Holanda, Noruega, Eslovenia y Albania tienen o han tenido ministras de Defensa. Pero Abinader es apenas el segundo mandatario que designa una mujer en Interior y Policía (antes lo había hecho el presidente Antonio Guzmán, quien nombró a la doctora Rosa Julia de la Cruz Santana el 16 de junio de 1980).

No obstante, en términos políticos, si la idea era compensarla por el desplante de apearla de la candidatura de su reelección como senadora del Distrito Nacional, muy bien le hubieran dado Turismo o Educación, donde es más fácil brillar. Sin embargo, en el MIP Raful tendrá de frente a los mismos sectores antiderechos que antes se convirtieron en sus francotiradores en la opinión pública, incluyendo en las activas y ruidosas redes sociales, debido a su posicionamiento a favor de los derechos de las mujeres. Resulta que esos mismos sectores se oponen también a los derechos humanos de los migrantes, tema que se trabaja desde esa entidad, a través del Viceministerio de Gestión Migratoria y Naturalización.

Y, como si fuera poco, Interior y Policía maneja temas muy calientes como la inseguridad ciudadana y la reforma de la Policía Nacional (PN) que, de manera histórica, han acumulado altos niveles de antipatía que se transfieren de manera inmediata al incumbente de turno.

De modo que, para Raful será un gran reto mantenerse fiel a sus principios democráticos y, al mismo tiempo, combatir las ejecuciones extrajudiciales (disfrazadas algunas como intercambios de disparos) y las mafias que operan en términos migratorios, solo para citar dos temas difíciles.

Sin embargo, me encanta que Faride no se ha amilanado y dijo que acepta el reto. El que una mujer ocupe esa posición es un paso de avance porque el machismo y la discriminación tienen como sustentos imaginarios que carecen de referentes de mujeres en posiciones como esta. ¡Se derrumba otro techo de cristal!

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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