CIDRA, Puerto Rico (AP) Varias farmacéuticas importantes han anunciado recientemente que cesarán sus operaciones en Puerto Rico, debido a los elevados costos energéticos, el cambio de políticas impositivas y la consolidación de la industria.
La primera que cerró fue una empresa que producía fármacos genéricos. Luego, una proveedora de productos farmacéuticos dijo que cerraría. Finalmente, GlaxoSmithKline PLC anunció el mes pasado que clausuraría su planta en esta población del centro de la isla. Muchos residentes de Cidra temen que su ciudad, que desde hace más de 30 años depende de la industria farmacéutica, se encuentra en una fase terminal.
Esto va a ser muy duro para muchas personas, comentó Frank Ortiz, un trabajador de la construcción de 42 años sentado en un café cercano a la entrada de la planta de GlaxoSmithKline. Cidra, una ciudad de 50.000 habitantes, no es la única en esta tesitura.
La industria farmacéutica parece estar plegando velas en Puerto Rico desde hace tiempo un centro en la fabricación de fármacos gracias a sus exenciones fiscales y el libre acceso al mercado estadounidense.
En los últimos 18 meses, cinco plantas del ramo han cerrado o anunciaron que lo harán en breve, eliminando 3.000 empleos relativamente bien pagados. Las clausuras se deben mayormente al encarecimiento de la energía, al cambio de las exenciones fiscales y a la consolidación de la industria. Los analistas pronosticaron que Puerto Rico corre peligro de perder su posición como uno de los cinco primeros fabricantes de fármacos en el mundo a no ser que la isla ofrezca mejores incentivos y se centre más en la investigación a medida que las empresas recurren a métodos de fabricación más complejos. Somos muy buenos en la fabricación de píldoras, pero el sector farmacéutico ha cambiado en los últimos años, dijo Deepak Lamba-Nieves.