Los dueños de farmacias  dicen atravesar momentos muy difíciles a causa de la delincuencia que se mueve  contra sus negocios.

Otro perjuicio grande para ellos proviene de la competencia desleal que ejerce el tolerado comercio de medicamentos no autorizados  en Moca, Salcedo y Santo Domingo.

También se quejan de la competencia de Promese, programa social del Estado.

El presidente de la Unión de Farmacias Incorporadas, José Espinal, denunció ayer que ese sector subsiste en medio de altas precariedades, dada la alta ola de atracos y la competencia desleal que enfrentan.

El farmacéutico dijo que no ha sido posible erradicar el comercio de medicamentos que se venden en forma ilegal en ciudades como Moca, Salcedo y Santo Domingo.

Expresó que los farmacéuticos tienen una gran competencia desde el Estado, con el Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) y con la venta de fármacos ilegales, desde varios puntos del país.

Las palabras del presidente de la Unión de Farmacias fueron ofrecidas previo a la entrega de  premios Montero de Oro, otorgado a varios de sus afiliados.

Dijo que ese sector es afectado por  la competencia que lucha por desplazarlos del mercado.

Espinal declaró que uno de los grandes peligros que enfrentan  es la ola de atracos y robos constantes que se producen en contra de las farmacias.

 “Todo esto pasa sin obviar que hasta el Gobierno central y municipal inciden por un lado en las farmacias del pueblo, que son parte de su labor social en los dispensarios”, expresó Espinal.

Señaló que para poder enfrentar su situación, esos negocios se han visto precisados a ampliar la gama de productos que tradicionalmente ofrecían.

Insistió que el sector enfrenta altos costos y  que operan con el mismo margen de hace 40 años.

“Antes para ser rico había que poner una farmacia, ahora para ponerla hay que ser rico”, manifestó el farmacéutico.