Faro a Colón, luz de América

Faro a Colón, luz de América

POR MIRFAK ROWLAND
Considerado como uno de los principales monumentos de América y sede de acontecimientos que han quedado grabados en la historia dominicana, el Faro a Colón es catalogado como un símbolo de gran valor arquitectónico y cultural.

Su creación, puesta en manos del arquitecto Joseph Lea Gleave por parte de quien en esa época era el presidente de la República Dominicana, doctor Joaquín Balaguer, correspondió al período de 1990-1994, y su culminación coincidió con la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América.

Esta edificación, concebida inicialmente como monumento funerario y que posee una longitud de 210 metros orientados Este-Oeste, 60 metros en sus brazos de Norte a Sur y una altura de 31 metros, ofrece un espectáculo de rayos de luz que emanan de 157 lámparas que reflejan una esplendorosa cruz en el cielo, que puede verse a varios kilómetros.

Cabe destacar que la construcción de este monumento histórico fue objeto de discusiones y controversias por parte de algunos grupos sociales que no estaban de acuerdo con su creación. Pero esto no fue obstáculo para que fuera levantada la edificación, la cual se encuentra ubicada en la Zona Este de Santo Domingo.

En cuanto a sus luces, hay que resaltar que aunque en la actualidad no son encendidas con regularidad, las mismas han sido objeto de admiración por parte de los dominicanos, y simbolizan la cruz en que Jesús fue crucificado.

Este proyecto fue presentado al mundo el 6 de octubre de 1992, y ese mismo día fueron trasladados los restos del Almirante Cristóbal Colón desde la Catedral Primada de América

La idea y posterior construcción del Faro a Colón tiene una larga historia, que se remonta –según historiadores– al año 1927, cuando fue designada una comisión que llevaría a cabo dos etapas del monumento.

La primera etapa culminó con una reunión en Madrid, España, en 1929, la cual estuvo integrada por un jurado internacional, quienes tenían la misión de estudiar 455 proyectos provenientes de 48 países. De los mismos se escogieron 10 y se les hizo menciones honoríficas entre las que, en la segunda etapa, se escogió el proyecto ganador que fue presentado por el arquitecto Joseph Lea Gleave y fue exhibido, junto a 2300 dibujos, en una exposición que posteriormente fue trasladada a Roma, Italia.

Este proyecto, denominado «Faro a Colón» fue presentado al mundo el 6 de octubre de 1992, y ese mismo día fueron trasladados los restos del Almirante Cristóbal Colón desde la Catedral Primada de América, donde descansaban desde el 1544, hasta el impresionante monumento.

El 11 de octubre de ese mismo año, el fenecido papa Juan Pablo II ofició una misa en el Faro, durante la cual celebró la canonización del misionero agustino Exequiel Moreno, la primera canonización celebrada por la Iglesia Católica en América.

En cuanto a la estructura y concepción del monumento arquitectónico, Joseph Lea Gleave expresó que «la forma del edificio expresa la inspiración que la motivó, en arquitectura abstracta. Igual que las pirámides y otros grandes monumentos a través de los siglos, éste no tiene un carácter arquitectónico estilizado, sino que pertenece a todos los tiempos».

Además de poseer gran valor histórico y cultural, este monumento también es utilizado como centro de exposiciones para albergar exhibiciones de los diferentes países del mundo. En la actualidad, más de 40 países disponen de un espacio en el Faro para una exposición mediante la cual muestran su identidad cultural. También tienen su espacio el Museo de la Liga Naval Dominicana, co-donante del Museo de los Vientos Alisios; el Museo de Rescate Arqueológico Submarino que mantiene en exhibición unas 1400 piezas rescatadas de naufragios españoles, franceses y holandeses de los siglos XVII al XX, encontrados en costas dominicanas.

Otras dependencias en formación son: el Museo de Historia del Faro, que albergará documentos y piezas sobre el concurso celebrado, los diferentes proyectos y detalles sobre la construcción del monumento. La Biblioteca y el Centro de Estudios Colombinos, instituciones que se pretende sean utilizadas para impartir diversos conocimientos sobre el Gran Almirante y la Historia de América.

El Faro consta también de cuatro salas para exhibiciones temporales y dos salas de conferencias. La Capilla Nuestra Señora de la Rábida y la Sala de las Vírgenes, una hermosa galería con imágenes de las diferentes Madonnas veneradas en los distintos pueblos americanos. Y la Sala del Vaticano, donde se exhibe la casulla usada por Su Santidad Juan Pablo II en la Misa oficiada en el Faro al momento de su inauguración.

Valor turÍstico y cultural

El «Faro a Colón» posee un valor incalculable y constituye un gran legado para los pueblos americanos y para la humanidad.

Este monumento ha sido visitado por millones de turistas provenientes de todas partes del mundo y es considerado una de las atracciones que identifican al país y que lo colocan como un referente a la hora de hablar de los colonizadores españoles.

Los historiadores apuntan que una de las razones por la que esta edificación es de gran atractivo para los turistas es el hecho de que en su entrada principal se pueden observar los colores de las banderas de todos los países latinoamericanos, que simboliza la hermandad entre las naciones, así como la unión de las diferentes razas, culturas y credos de la humanidad; además de que en el mausoleo que está en el interior del monumento, se encuentran en una urna de plomo los restos de Don Cristóbal Colón, lo que ha generado gran controversia y curiosidad.

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