MIAMI. Los fans de Farruko abarrotaron un estadio de Miami esperando ver al astro del reggaetón interpretar “Pepas”, una canción que combina ritmos de música dance electrónica y música latina, que se ha vuelto un himno de fiesta desde su lanzamiento en el verano.
En vez, el cantante se disculpó por su exitoso sencillo, que trata sobre drogarse en una fiesta, se negó a cantarlo y habló profusamente sobre Dios a lo largo del concierto, dejando a los presentes estupefactos y el futuro de su carrera en juego.
El músico puertorriqueño no es el primer artista en hacer una transformación dramática, pero pareció haber tomado a sus seguidores con la guardia baja en un evento en vivo.
Algunos dijeron que muchos asistentes al concierto, algunos de los cuales pagaron más de 300 dólares por sus entradas, se fueron mucho antes de que terminara el espectáculo.
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La gira continuará con otras actuaciones en Newark, Cleveland y Chicago este fin de semana, pero los fanáticos están confundidos.
Algunos recurrieron a las redes sociales para decir que el concierto fue “basura” y otros lo compararon con el servicio dominical. Farruko dijo que seguirá interpretando sus éxitos pero con un “mensaje de amor, unión y reflexión”.
“Yo sé que en algún momento ese sermón del que tanto se han quejado que les estoy dando los va a ayudar”, dijo en Instagram, y clarificó que el espectáculo en Miami fue todo obra suya.
“Los artistas son libres de expresarse en el escenario como quieran”.
Detalles
En el concierto del viernes pasado, Farruko les dijo a los fans que se dio cuenta de que tenía todo el dinero que quería y el éxito con su sencillo, que alcanzó el puesto número 25 en la lista Hot 100 de Billboard en octubre pasado y tuvo remixes lanzados por David Guetta y Tiesto. Pero se sentía vacío.
Les dijo a sus seguidores que había “destruido” a su familia y que no podía ver mucho a sus hijos. También se ha topado con problemas legales.
En 2019, se declaró culpable de no declarar casi 52.000 dólares en efectivo hallados en su equipaje y zapatos cuando llegó a Puerto Rico en helicóptero desde República Dominicana.
“Farruko tuvo un encuentro con Papá Dios y Él lo hizo tocar el fondo, besar el piso”, dijo, refiriéndose a sí mismo en tercera persona.