Fausto Carmona supera adversidades
para brillar en Cleveland

Fausto Carmona supera adversidades<BR>para brillar en Cleveland

POR MIKE DODD
Del USA TODAY

Hace un año la semana pasada, el lanzador de los Indios Fausto Carmona terminó su carrera como cerrador con un golpe al perder su tercer salvamento en una semana.

El golpe final: permitir un jonrón de dos carreras ante Pudge Rodríguez, de los Tigres de Detroit, en la parte baja de la novena entrada.

El miércoles, el dominicano de 23 años estará en Detroit buscando su victoria 14 en un gran resurgir que ha levantado a los Indios.

Cleveland llega a una serie importante al Comerica Park, a solo medio juego de los Tigres en la División Central de la Liga Americana.

Eso, a pesar de batear .249 desde el Juego de Estrellas, el segundo peor de la Liga Americana y luego de ser barridos por los Yanquis de Nueva York durante el fin de semana.

Los Indios envían a sus dos mejores abridores al montículo contra Detroit: C.C. Sabathia (14-6) para hoy, seguido de Carmona (13-7, 3.26 de efectividad).

Todo el mundo esperaba eso de Sabathia. El es el estelar de esta rotación y uno de los mejores zurdos de la década. Carmona, nadie sabía qué esperar.

El es el bono que ha permitido que la rotación de la Tribu sobreviva la pérdida de seis semanas del derecho Jake Westbrook (15-10 hace un año) y un año lento de Cliff Lee (5-8, 6.38 de efectividad), quien fue enviado a las menores.

Carmona, por mucho tiempo considerado uno de los mejores prospectos del sistema de Cleveland, se fue abajo en el 2006, cuando fue insertado en el rol de cerrador después de un cambio por Bob Wickman en julio.

Su baja vino al permitir un jonrón de tres carreras a David Ortiz en la parte baja de la novena entrada en el Fenway Park, un doble de dos vueltas a Mark Loretta dos días más tarde y el jonrón de Rodríguez.

Fue un período que pudo haber arruinado la psiquis de un lanzador joven. Pero no a Carmona, un gigante de 6’4” y 220 libras.

“No fue una experiencia que me perjudicó. Fue una experiencia que me hizo más fuerte”, dice a través del intérprete Luis Rivera, el coach de primera base de los Indios. “No me fui a casa pensando lo mal que me fue. Pensé en lo que tenía que hacer para mejorar… Trabajé duro para asegurarme que no sucediera de nuevo”.

Hace dos semanas, Carmona regresó al Fenway y blanqueó a los Medias Rojas en ocho entradas y solo cuatro hits. Fue una de cinco aperturas consecutivas en las que lanzó siete ó más entradas y permitió dos o menos carreras.

La racha se rompió al tolerar cuatro vueltas en siete episodios el pasado viernes ante los Yanquis.

“Su material ha sido eléctrico”, dijo el coach de pitcheo de Cleveland, Carl Willis.

El añade que una de las claves para Carmona ha sido poner su recta en la parte izquierda del plato. Eso, combinado con el sinker que tiene que es su mejor lanzamiento, ayudó a Carmona a ganar cinco de seis decisiones, con una efectividad de 1.74 en julio.

ADIOS AL BULLPEN

La reconstrucción de su confianza comenzó al final de la temporada pasada. Después que Carmona perdiera cinco decisions seguidas con 16.39 de efectividad del 30 de Julio al 23 de agosto, los Indios lo devolvieron a AAA para devolverlo al puesto de abridor.

Fue el rol que mantuvo la mayor parte de sus seis años de carrera.

Carmona regresó a mediados de septiembre y se mantuvo en cuatro aperturas, permitiendo tres carreras en 12 entradas en las últimas dos.

“Creo que esas dos aperturas fueron cruciales porque estábamos al final de la temporada y no queríamos terminar mal”, dijo Willis. “En su mente, se dio cuenta que se había recuperado”.

Carmona, quien terminó con marca de 1-10 la temporada pasada, lanzó unas 40 entradas en la pelota invernal y llegó a los entrenamientos de primavera sin dudas sobre su rol.

“El hecho de que pueda saber que recibirá la bola cada cinco días ha sido importante”, dice Sabathia. “El sale y hace su trabajo cada vez”.

Si Carmona está sorprendido por su éxito esta temporada, lo esconde muy bien.

“Siempre me siento bien por mi mismo”, dice. “No es como que esperaba un número particular, pero sí esperaba tener un mejor año… No tenía metas, como ganar 15 partidos. Solo planeaba asegurarme estar listo en cada apertura”.

Carmona dice que su salida de seis entradas y dos carreras en el Yankee Stadium a mediados de abril lo convenció de que estaba en buen camino.

“Pensé que si ellos tenían una buena alineación, y son duros y salía bien, entonces las cosas iban a seguir bien”, dice.

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