El inmortal del Deportes Mario Alvarez Soto, del atleta más laureado del país en los eventos aficionados, favoreció que la actuales dirigencias deportivas deben darle el paso a una nueva generación, para que el deporte dominicano encuentre un camino del éxito en algunas disciplinas.

El destacado deportista laureado a nivel continental fue entrevistado en el del Periódico Hoy, por los cronistas Gustavo Rodríguez y José Cáceres Veloz.

“Tenemos que admitir que en el deporte dominicano hay una dictadura en la dirigencia deportiva y quien aspira, lo eliminan, ya que algunos federados y dirigentes olímpicos no quieren ceder a otras personas”, apuntó Alvarez Soto.

A su juicio no puede ser posible que hay dirigentes federados con 20, 30 y casi 40 años al frente de una federación, sin poder mostrar un desarrollo en esa disciplina. “Como las federaciones reciben millones de pesos mensuales, los presidentes de federaciones utilizar esos fondos para promoverse y con el poder que tiene, sancionan a todos los que aspiran a un cargo, que no sea de su entorno”, apuntó Alvarez Soto.

Indicó que en el país no se está cumpliendo con los reglamentos del Comité Olímpico Internacional, de darle una cuota de participación a las mujeres. Alvarez Soto manifestó que el dinero que reciben las federaciones, no se ofrece un retorno de desarrollo en las disciplinas.

Manifestó que las medallas olímpicas que se han ganado han sido fortuita, pues algunos atletas no han sido formado en el país, como es el caso de Félix Sánchez.

Fue exaltado en el ceremonial del Pabellón de la Fama del 2005. Nació en Santo Domingo el 5 de agosto de 1960. Se inició en la actividad a los 13 años y perfeccionó su juego de tal manera, que mereció cuatro veces (1981,1985, 1986 y 1993) el galardón de Atleta del Año de República Dominicana que otorga la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) e igual distinción del Comité Olímpico Dominicano, en los años de 1982, 1985, 1986 y 1993.

Álvarez Soto es el atleta dominicano que más medallas logró hasta ahora en Juegos Centroamericanos y del Caribe, con total de nueve: siete de oro, una plata y un bronce.

En dos ocasiones se coronó como Campeón Latinoamericano, por lo cual obtuvo en ambas oportunidades el derecho de representar a América Latina en el torneo «Los 16 mejores del mundo».

Otras dos veces capturó el título de Campeón Iberoamericano, en 1983 en Santo Domingo y en 1985 en Vigo, España.

También fue campeón de los Campeonatos Centroamericanos y del Caribe de tenis de mesa en los años 1981 y 1986.

En juegos Panamericanos ganó una medalla de bronce en la versión de Caracas, 1983. “Esto ha sido un regalo de Dios”, añadió.