El experto en asuntos internacionales, Iván Gatón, y el excónsul general de Haití Edwin Paraison, consideran oportuno y positivo el discurso pronunciado ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por el presidente Luis Abinader en torno al tema haitiano, y precisan que debe ser el punto de partida para que la comunidad internacional no siga dando la espalda a la grave situación por la que atraviesa la vecina nación.

“Yo creo que el discurso del Presidente lo que hace es presentarnos un jefe de Estado que toma consciencia de la geopolítica. República Dominicana es el único país que sirve de válvula de escape a la crisis haitiana”, precisó.

Recordó que el vecino país no solo es afectado por una crisis política, agudizada, a raíz del asesinato de su presidente Jovenel Moïse, sino que también vive en un limbo constitucional, a lo que se añade el impacto de la pandemia (Covid-19) y los efectos del terremoto ocurrido recientemente.

“La comunidad internacional ha sido irresponsable con el tema, enfatizó.
Al profundizar sobre su análisis, Gatón agregó que otros problemas que impactan allí son el crecimiento de las pandillas, la gran cantidad de armas de fuego, y el crecimiento de la práctica del Islam.

“Lo único que veo al final del túnel es su diáspora. Haití tiene tres millones de personas fuera del país. Esa diáspora está sosteniendo encuentros, con miras a tener un élite gobernante”, indicó.

De su lado, el excónsul y director ejecutivo de la Fundación Zile, Edwin Paraison, afirmó que la situación en Haití es catastrófica en todos los ámbitos.

No obstante, agregó que en el plano político es mucho más compleja por la fuerte implicación de actores internacionales que mantienen un modelo que ha fracasado provocando entre otros la división de la clase política donde quienes inciden siguen buscando, por sus propios intereses, el apoyo de los decididores externos más influyentes.