Las iglesias Católica y evangélicas rechazan todo tipo de aborto porque el mismo atenta contra la vida humana. Sostienen que el único que puede quitar la vida es quien la da, que es Dios.Otros sectores sostienen que el aborto es un acto privativo de la mujer. Los médicos, por su parte, defienden el llamado aborto terapéutico.

POR PEDRO GERMOSEN
El presidente de la comisión de Salud del Senado, doctor Luis René Canaán, favoreció ayer que el Congreso Nacional trate de conciliar las diferentes opiniones respecto al aborto, contemplado en el proyecto de Código Penal.

 Canaán (PLD-Salcedo) señaló que mientras las iglesias católicas y evangélicas rechazan cualquier tipo de aborto, hay corrientes que favorecen el terapéutico y cuando el embarazo es el fruto de una violación o la  embarazada está en peligro de muerte.

El legislador indicó que la tercera corriente respecto al aborto es cuando el médico considera que la vida de la embarazada está en peligro inminente de muerte a causa de la gestación.

Recordó que incluso los  textos de medicina recomiendan la interrupción del embarazo cuando la mujer encinta  está en peligro de muerte.

“Entonces, hay que provocar un diálogo sincero, directo y definitivo, porque no podemos estar en esta disputa estéril que muchas veces se sale de la institucional y  toca lo personal”, dijo Canaán.

El proyecto de modificación del Código Penal cursa en la Cámara de Diputados, donde ha sido sometido a vistas públicas, además del estudio de las comisiones de Justicia y Salud de ese cuerpo legislativo.

Canaán dijo que respeta todas las posiciones y consideró que por la complejidad del tema, el Congreso debe encarar  la situación mediante un diálogo sincero y abierto con  todos los sectores.