POR ALEIDA PLASENCIA
La Federación Dominicana de Comerciantes (FDC) expresó su rechazo al proyecto de ley de reforma fiscal consensuado entre un segmento del empresariado y el Gobierno, por considerar que el mismo lesiona la calidad de alimentación de los más pobres y perjudica la competitividad del comercio.

En una rueda de prensa celebrada ayer, el presidente de la FDC, Iván de Jesús García, acompañado de los integrantes del Comité Ejecutivo de la entidad, propuso en cambio, un modelo de reforma fiscal en la que los «más pudientes de la sociedad dominicana asuman los costos» del financiamiento de los ingresos que dejaría de percibir el Estado como consecuencia del desmonte de los aranceles y otras medidas relativas al libre comercio.

Rechazó que se grave el café, las grasas comestibles y el azúcar, los jugos de frutas y otros alimentos y expresó su desacuerdo también con que se aplique una retención como anticipo de un 2% a las importaciones.

En cambio, el ingeniero García, al leer un documento a nombre de la FDC, propuso una reforma fiscal en la que se establezca una «categoría superior al Impuesto sobre la Renta (ISR) a las sociedades y/o compañías, con una tasa de 35%, que estamos retribuirá al Estado la suma adicional de RD$7,000 millones» anuales.

Igualmente, sugirió que se grave con un 5 anual, los certificados financieros de los depositantes de los bancos, con lo que se le reportaría al Estado unos RD$2,000 millones anuales.

Con estos recursos, dijo, quedarían cubiertos los ingresos que recaudaría el Estado con la reforma fiscal que acordó el Gobierno el Consejo Nacional de la Empresa Privada.

García dijo que la FDC no acepta, bajo ninguna circunstancia que la canasta familiar básica alimentaria sea afectada con el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS). La reforma fiscal, dijo, no debe afectar la calidad de alimentación de la población.

Parecería extraño que mientras el gobierno predica la necesidad de aumentar la competitividad, esté auspiciando un instrumento fiscal que socava la competitividad.

«Igualmente, nos parece una contradicción que mientras el Estado auspicia la transparencia en las compras al sector comercio, desee aplicar un aumento de la retención a los pagos del 2% al 5%, significando un incremento del 150%, y obligar a que se le aplique un margen de beneficio a la mercancía que se venda de 20% a 50% para poder absorber el costo financiero de esta retención, dijo.

Otra medida, en el marco del proyecto de reforma fiscal acordado entre un segmento empresarial y el Gobierno, que rechaza la FDC, dijo García, es la que establece que se aplique una retención como anticipo del 2% a las importaciones. La medida, dijo, tiende a «disminuir la liquidez y exige una rentabilidad adicional equivalente para compensar estos gastos por el tiempo que dispongan las autoridades»

«La FDC apoya el proceso de reforma fiscal y desea que ésta sea adecuada para bienestar de los pobres», dice la FDC en un documento que, según anunció, entregará en las próximas horas a los Congresistas, a Agripino Núñez Collado y otras personalidades e instituciones ligadas al proceso de reforma tributaria.

REACCIÓN DE LA AIRD

La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) consideró que a pesar de que el proyecto de reforma fiscal no ha logrado satisfacer todas las necesidades y deseos de los sectores de la vida nacional, hay que reconocer que éste fue discutido e implica un paso de avance en la estructura tributaria del país.

Yandra Portela Vila, presidenta de la AIRD, argumentó que el proceso de discusión del proyecto de reforma en cuestión, ha sido amplio y participativo y que en el mismo han participado todos los sectores de la vida nacional. «Si bien no fueron aceptadas todas las demandas presentadas, se trató de hacer la mejor negociación posible garantizando que la reforma sea compensatoria y que no cargará con más impuestos a la población», expresó.

En ese sentido, Portela Vila exhortó a todos los sectores de la vida nacional, incluyendo los empresarios, «a respaldar el proceso de discusión y elaboración del proyecto de reforma fiscal llevado a cabo dentro del marco del Dialogo Nacional.

Argumentó que el mismo con relación a éste se hizo un esfuerzo de dialogo y participación nunca visto en el país en materia fiscal.

Portela Vila resaltó que la sociedad debe tener claro que la reforma fiscal es producto de la inminente ratificación y entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-CAFTA). Este acuerdo -recordó- ya fue aprobado por los Estados Unidos y por tres países de Centroamérica.

Sin embargo, señaló- debe tenerse en cuenta que dicho tratado no puede entrar en vigencia en el país «si no logramos eliminar una serie de impuestos distorsionantes que imposibilitarían puesta en vigor». Entre esas distorsiones citó la Comisión Cambiaria, e indicó que se necesita adecuar «nuestra estructura fiscal para hacer más competitivos a los sectores productivos nacionales».

La presidenta de la AIRD señaló que a pesar de que el proyecto de reforma elaborado en el marco del Dialogo Nacional no ha logrado satisfacer todas las necesidades y deseos de los sectores de la vida nacional «debemos reconocer que el proyecto discutido implica un paso de avance en nuestra estructura fiscal. Esto así, dio, porque está procurando eliminar impuestos al inicio del proceso productivo a cambio de otras figuras que gravan la renta o el patrimonio final, para de esta forma hacer más competitivos a nuestros productores dentro del marco del TLC.

Portela dio testimonio de que el proceso de discusión del proyecto de reforma ha sido amplio y participativo y que en el mismo han participado todos los sectores de la vida nacional, y que si bien no fueron aceptadas todas las demandas presentadas, se trató de hacer la mejor negociación posible garantizando que la reforma sea compensatoria y que no cargará con más impuestos a la población.

Señaló que a través del proyecto de reforma se está tratando de sustituir impuestos por otros que disminuyan los costos de la producción, por lo que dicha reforma deberá provocar, si no una reducción de los precios finales de los productos, por lo menos que los precios se mantengan iguales.

Portela Vila pidió a todos los sectores de la vida nacional, incluyendo al Congreso de la República a respaldar el proyecto de reforma para que el mismo sea aprobado conjuntamente con la ratificación del DR-CAFTA, pues si la reforma no es aprobada estaríamos poniendo en peligro la sostenibilidad del Gobierno y de los sectores productivos.