FDC resalta rol del comercio y evalúa sus principales trabas

FDC resalta rol del comercio y evalúa sus principales trabas

Con motivo del 43 aniversario de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), el presidente de la entidad, Iván de Jesús García, ofreció un discurso en el que destaca el rol del sector comercial en los últimos años y las principales trabas que enfrenta para su desarrollo, como el problema energético y la fiscalidad. A continuación se publica su discursos en una primera entrega:
Hace 43 años un grupo de hombres y mujeres decidió formar la institución representativa del comercio organizado del país, en todas las ramas del comercio, interpretando así que un solo organismo conjugara los intereses de todo el comercio, provisiones, ferreteros, electrodomésticos, farmacias, tiendas, importadores entre otras.
Hoy día , 43 años después de la FDC, si estudiamos con detenimiento los problemas del sector comercio, prácticamente no han variado en lo absoluto, quienes hemos avanzado , quienes hemos progresado, quienes creamos riqueza, quienes somos creativos, quienes se han adaptado a los nuevos tiempos, quienes mantienen el motor de la economía, somos nosotros los empresarios comerciales: somos el mayor empleador del país. 22 de cada 100 dominicanos trabaja directamente en el sector comercial y cuando le sumamos comercio y servicios, 44 de cada 100 dominicanas y dominicanos trabajan en nuestro sector, por lo cual empleamos en conjunto 1,9 millones de personas.
Somos los mayores deudores de la banca con un 44.1 % de los préstamos, somos la actividad de mayor volumen de operaciones con un 35.1 %; en las operaciones gravadas con el ITBIS, nuestra participación es aún mayor, con un 43.6%.
En 2013 el volumen fue de 400,680 mil millones, tenemos inventarios de mercancías gravadas por más de 500 mil millones de pesos, por el cual hemos avanzado al gobierno, más de 100 mil millones de pesos, lo que resta liquidez al sector, Pagamos más de 5 mil millones por el 0.15% de los cheques emitidos por el comercio. Pero los problemas que no dependen de nosotros no han cambiado, impuestos, oligopolios en la importación de artículos de consumo básico, funcionarios que se creen por encima de las leyes al desacatar sentencias de las altas cortes (Tribunal Constitucional), funcionarios que violan las normas para la instalación de estaciones de combustibles, funcionarios que violan las decisiones de la Dirección de Contrataciones Públicas, etc.

Es tiempo que los empresarios comerciales nos empoderemos de los reclamos de la sociedad a los partidos políticos, para que de una vez y por todas se antepongan los intereses de la nación a los intereses particulares del partido o de los funcionarios de turno en el poder.

De nada valen encuentros, seminarios, congresos, ni diálogo nacional, Estrategia Nacional de Desarrollo, Pacto por la Educación, Pacto Eléctrico, Pacto Fiscal si la clase política no cambia en su formar de pensar y actuar.
La clase empresarial tiene que unirse firmemente para ser motor del cambio que necesita la sociedad dominicana.

Estamos en la fase final de firma del Pacto Eléctrico, con más de tres años en discusión por los intereses creados en este sector, donde cada parte está pensando en sus intereses particulares y no en los intereses de los 10 millones de consumidores que tenemos derecho a un costo de energía más barata, de 24 horas, que nos cobren la realidad del consumo y de calidad.
En las discusiones del Pacto eléctrico se desnudó la realidad del sector eléctrico y cuáles son los intereses que se oponen a la transparencia en el sector Eléctrico. Es esta la razón principal del Por qué múltiples instituciones no quieren firmar el Pacto, además de la arrogancia y prepotencia con que el máximo representante del Gobierno trata a los empresarios, sector sindical y sector social.
Pero el Pacto Fiscal es el más importante de los pactos , es urgente para lograr la estabilidad fiscal tanto del Gobierno como del sector empresarial; entendemos que no será un Pacto Fiscal para incrementar impuestos, sino para que exista una mejor distribución en el pago de los mismos, porque no podemos continuar con el afán fiscalista del Gobierno, que año tras año incrementan el presupuesto, en una proporción mayor que el incremento de la economía, y en 21 años tenemos un incremento de 28 mil millones a más de 800 mil millones, 30 veces mayor, cuando en la familia, en los negocios, los números no cuadran, automáticamente nos preparamos a reducir los gastos.
Los gobiernos automáticamente quieren incrementar los impuestos, basados en cada año la población demanda más obras, pero también nuestros hijos e hijas demandan cada día mas y nuestros negocios también con la diferencia, que tenemos que tener prudencia en el gasto, porque no podemos incrementar los beneficios en nuestras operaciones comerciales, porque el consumidor no lo aguanta.
Y qué decir de la calidad del gasto y de los miles de millones que se esfuman cada año en las exenciones impositivas y en los oscuros laberintos de la corrupción.
Nuestros retos actuales. El tema obligado: DGII. En materia de impuestos, nuestro acercamiento con la DGII a finales del 2017 y la buena disposición que ha mostrado su director general, Magín Díaz, para escuchar los planteamientos del comercio organizado, permitirá consensuar los temas de mayor relevancia que en este momento esa Institución tiene en fase de revisión o de nueva instrumentación y otros que proponemos que se apliquen, a fin de lograr un desarrollo comercial permanente. Dentro de éstos se encuentran los siguientes:
– Revisión del PST, para que represente una real opción de simplificación tributaria para la micro y pequeña Empresa, que incentive su formalización, tanto por su trámite como por sus criterios de tributación.
– Simplificación de los procedimientos de envío de reportes de compras y ventas (606, 607 y 608), para que dejen de ser motivo de multas por presuntas omisiones por parte del contribuyente.
– Eliminación del 0.15% por la emisión de cheques o transferencias bancarias, y del 1.5% del anticipo del ISR, ya que esto afecta sensiblemente la liquidez del comercio. Recordemos que el primero fue un impuesto temporal que se ha extendido por más de catorce años.- Devolución de saldos a favor del contribuyente, en lugar de su compensación en periodos futuros. Esto permitirá, en su caso, ingresos extras que contribuyan a mejorar las finanzas de las Pymes y a crear una cultura de equidad que incentive una práctica sana de tributación, como sucede en otros países.
– Amnistía Fiscal y/o Transparencia Patrimonial previa a la aplicación plena de la Ley 155-17, para evitar en un futuro, interpretaciones indebidas y posibles abusos de parte de la autoridad, que pongan en riesgo la estabilidad de las Empresas, el patrimonio y la seguridad jurídica de las personas ligadas a ellas.
– Instrumentación de la Factura Electrónica por parte de la DGII, como medio moderno de recepción de información sobre las ventas, en sustitución de las Impresoras Fiscales, que por su desuso en el contexto internacional debido a sus limitaciones técnicas, su elevado costo y la alta dependencia de personal especializado para su operación y mantenimiento, como proyecto ha demostrado ser un rotundo fracaso, al quedar en evidencia por el hecho de que en la actualidad no opera ni un 10% de las que para el 2017 se esperaba tener instaladas.
– Pago del ITBIS por lo percibido y no por lo devengado como sucede en la actualidad, iniciando este proceso con las instituciones del Estado, que deben ser agentes de retención de este impuesto, según lo dispuesto por el presidente de la República, Danilo Medina, desde el año 2103. Esto le ofrecerá mayor liquidez al comerciante, ya que en la actualidad debe pagar este tributo aun en los casos en que la venta a crédito no haya sido posible cobrarla, tornándose en una situación crítica en los casos en que este tipo de venta represente un porcentaje elevado, como es el de suplidores del Estado o el sector ferretero, entre otros.
– Instalación de Unidades de Asistencia Técnica Informática al Contribuyente en cada una de las oficinas regionales, que sirvan de apoyo en la solución de dudas o inconvenientes técnicos entre el Contribuyente y la plataforma informática de la DGII. O, en su caso, de árbitro entre los suplidores de bienes y servicios informáticos contratados por el Contribuyente y autorizados por la DGII, en caso de que estos inconvenientes impidan cumplir con la responsabilidad de entrega de información en tiempo y forma.
– Capacitación en temas impositivos, que le permitan al Contribuyente reducir errores u omisiones en la declaración de sus impuestos o en la entrega de información, lo que redundará en una recaudación de mayor calidad.
Es importante precisar que el comercio organizado no se opone al pago de impuestos, ya expresamos que somos el sector que más impuestos avanza y paga al estado dominicano.
Energía eléctrica. Es posible que hablemos de apagones de más de 10 horas y facturaciones excesivas de parte de las distribuidoras de energía, con la simple excusa de que hay una gran mayoría de la población que no paga el servicio, cuando en estos momentos es que hay más barrios de nuestro país que pagan este servicio.
Propusimos que se utilicen los contadores prepagados, ya que este país existen más de 8 millones de teléfonos celulares, de los cuales un 90% es prepagado, lo que significa que el más pobre recarga una tarjeta prepagada para poder hablar y no prepaga el servicio necesario de la energía eléctrica?
¿Cómo es posible que cada año se incremente el subsidio del sector eléctrico, cuando las distribuidoras cada día cobran más?

Sin energía no existe desarrollo, y en los próximos 15 años se necesita el doble de la energía instalada en nuestro país, ya que, en estos momentos, más de la mitad de la población dominicana es menor de 30 años, y los países más desarrollados (por lo cual consumen más electricidad), la concentración de la población económicamente activa está entre los 30 y 60 años, por lo cual tenemos que estar preparados desde ahora para este salto que dará nuestro país en el 2030.

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