Justo cuando algunos pronostican nubarrones en el porvenir de los diarios impresos por el brioso empuje de los medios digitales, el Grupo de Comunicaciones Corripio se embarcó en una inversión que ha tenido como fruto un moderno y funcional edificio para alojar a sus diarios, los matutinos Hoy y El Día y el vespertino El Nacional. Con esta inversión, hecha en tiempos que algunos, aquí y en el extranjero, vislumbran un panorama lleno de dificultades, para el diarismo en particular, damos fe de nuestra firme confianza en el porvenir del país, un porvenir que todos debemos ayudar a forjar con el esfuerzo cotidiano y aportando lo mejor de cada uno.
Con este paso apuntalamos la razón de ser de nuestra existencia, y que se manifiesta por medio del inquebrantable compromiso de servir cada vez mejor a un universo de lectores y anunciantes que nos ha dispensado el favor de su preferencia y confianza durante años. Vivimos en un país lleno de retos, con una larga agenda de tareas pendientes cuya ejecución involucra la responsabilidad de todos. Y es en el contexto de ese deber que hemos dado los pasos necesarios para afrontar los retos a corto, mediano y largo plazos. Estas instalaciones forman parte de la herramienta que nos permitirá ser cada vez mejores para ejercer la vocación de servicio que nos caracteriza. El porvenir será promisorio en la medida en que seamos entusiastas y optimistas en el esfuerzo por lograrlo.
Planificación para el progreso
La industrialización y la incorporación de nuevas tecnologías genera una demanda de especialidades técnicas que no estamos cubriendo oportunamente y en número suficiente. Sin embargo, tenemos muchos profesionales y técnicos que no encuentran colocación en el mercado laboral. Es obvio que la oferta y la demanda de recursos humanos calificados han andado cada cual por su lado, sin mutua correspondencia.
Para afrontar estas disparidades en la relación demanda-oferta de recursos humanos, el Estado, las organizaciones empresariales y las universidades deberían planificar de manera conjunta el proceso de desarrollo. Debemos salvar el inconveniente de no tener mano de obra calificada en ciertas especialidades, y eliminar la frustración que causa a cualquier profesional o técnico el hecho de no encontrar colocación en la rama de su especialidad.