Fe y Alegría; Centro El  Carmen de La Vega

Fe y Alegría; Centro El  Carmen de La Vega

El centro nace de un grupo de personas, bajo una doble iniciativa. Por un lado Monseñor Juan Antonio Flores, obispo de La Vega; y por otra las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones que comenzaron a reunirse el 16 de julio de 1987,  con la finalidad de reflexionar sobre la situación de niños y niñas de barrios marginados de la ciudad que no tenían acceso a la educación. En 1988 dieron un primer picazo y el 4 de octubre de 1991 comenzaron las labores del centro básico El Carmen Fe y Alegría.

Este centro, como tantos, se inspira en  vivencias cristianas que mueven a ayudar a las mayorías marginadas en procura de un mundo más humano. Pero lo que lo distingue e invita a compartirlo es que siendo de educación básica, incluye la educación técnica laboral, al trabajo creativo que ayuda a realizar al ser humano y a fomentar una cultura del desarrollo y la democracia.

Desde sus inicios,   formación técnica artesanal fue parte integral del pensum y aún se conserva hoy  de manera creciente. A junio del 2010 el centro cerró con  1552 alumnos en dos tandas. La celebración del   XX Aniversario de Fe y Alegría  bien merece que compartamos esta experiencia.

¿Qué ofrece el centro? Cómputos, carpintería y ebanistería, panadería, cerámica, corte y confección, belleza, manualidades, labores y tejidos, artes plásticas, pintura, dibujo e hilografía.  Los alumnos alternan sus clases académicas con las técnico-artesanales. Los  alumnos de segundo ciclo (5 a 8 cursos) deben dedicar dos horas semanales en horario de 10:30 a 12 y de 2 a 5 al trabajo de talleres.  Los alumnos que toman sus materias académicas en  la tanda matutina vienen en la vespertina a los talleres técnicos, y viceversa

En opinión de Sor Claudina Diprés, actual directora, la formación laboral ofrece muchas oportunidades el joven. El primer lugar la concentración de la mente, el trabajo en grupo, el desarrollo del talento y la creatividad, la reducción de la agresividad y el fomento de la paciencia, el aprecio de la higiene y el cuidado personal, la expresión de los sentimientos e ideales, la manifestación de la belleza, la capacidad de  producción  desde temprana edad,  el sentido de autogestión,   ser agentes de su propio desarrollo. Insiste sor Claudina que las labores artesanales desarrollan el sentido de la libertad.

Y notamos que faltaría algo de música.  Preguntamos a Sor Claudina si no lo han contemplado. Evidente, la música seda los ánimos,  sublima los sentimientos, eleva el  alma, une los corazones y da gloria a Dios. Estamos en la espera de la oportunidad para integrarla. En adición, el centro  ofrece comida a 500 alumnos necesitados de lunes a viernes. Punto de apoyo es la panadería con sus múltiples funciones: es  espacio de trabajo para los alumnos, medio de venta al público y suplidora del comedor.

Disponen también de un dispensario médico para la atención primaria  de los alumnos y de la gente de la  barriada.

Para ubicarnos, el centro está situado en lo que antes se llamó Villa Hollywood, al lado del Riito canal  de aguas residuales, próximo al barrio de La Lotería. Hoy tiene un nombre entusiasta, Villa Esperanza.

Como las cosas no se hacen solas, hay que agradecer a los que han cooperado. Se destacan el   MINERD, AECID, Asociación Reyes Magos de Alemania, Fundación Falcónido, Don Leonel Fernández, Don Miguel Fernández, Doña  Ileana de Alorda, Doña Josefa Lucía Jiménez, Dona Olga Cosme viuda Medrano y el  Grupo Amor en Acción. 

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