El padre Antonio Lluberes (Ton), ex director de Radio Santa María y del Instituto Politécnico Loyolal, asumió en diciembre pasado la dirección   de Fe y Alegría. El religioso trajo una agenda   que incluye la integración de tres nuevos centros y el fortalecimiento de la calidad educativa.

Lluberes, de la Compañía de Jesús (Jesuitas), sustituye a Humberto Vandenbulcke, quien asumió en   2006.

Fe y Alegría es una fundación sin fines de lucro que llegó a República Dominicana en 1990, a pesar de que su origen se remonta a los cerros de Caracas, Venezuela, hacia los años ‘50. Su  propósito es la promoción de una educación integral e inclusiva que impacte  a las comunidades excluidas.

Con 40 escuelas en distintos lugares del país y una matrícula que sobrepasa los 35 mil estudiantes, Fe y Alegría es un testimonio de que la inversión de grandes recursos económicos no es tan prioritaria como  integrar, de manera  efectiva, a la comunidad, la  solidaridad y educar en valores.

Para Lluberes, la entidad es una colaboración al sistema  educativo, ya que  promueve dispensarios y centros de nutrición que en el 2008 asistieron a más de 22 mil personas. Asimismo,  los cientos de maestros de las escuelas asumidas por la institución reciben cursos de capacitación y  acompañamiento pedagógico con cursos y talleres.

Quieren más amigos

Fe y Alegría recibe del Estado  una asignación anual de apenas RD$4.3 millones, con la  que se cubre los sueldos de los docentes y otros gastos. Empero, la mayor colaboración llega desde el Estado español, la agencia “Entrecultura” y la donación de decenas de empresas nacionales.

Sin embargo, como explica el director, hace falta “más amigos” para construir más centros, fortalecer la relación escuela-comunidad y mejorar la calidad de los programas existentes. En ese sentido, apeló a la sensibilidad del sector empresarial  para que colabore con las iniciativas que desarrolla la institución.

Fe y Alegría se plantea para el 2009 la construcción de tres nuevos planteles educativos: una escuela en Puerto Plata, auspiciada por la Fundación Brugal; un politécnico en la ciudad de Elías Piña, que será administrado por  Fe y Alegría; y un liceo en San Juan de la Maguana.

“No basta dar clases”

La frase es del padre Lluberes, quien asegura que los datos demuestran que la docencia sola  no es suficiente, ya que la cobertura escolar en básica es mayoritaria y aún así no se han producido cambios importantes en el sistema educativo tradicional.

El religioso considera que es tiempo de que se comience a pensar en las formas de mejorar las clases, para que haya más horas de docencia al día, más días de docencia en el año y mejores resultados académicos en áreas fundamentales.

Lluberes también opina que es tiempo de que la educación sea cada vez  más personalizada y orientada al trabajo, vinculada  al barrio y eliminar la sobrepoblación escolar.

Atención a los niños especiales

El año pasado, Fe y Alegría inició un proyecto educativo para atender a los estudiantes con dificultades de aprendizaje en las áreas de lecto-escritura y matemáticas, ya sea en los procesos psicológicos básicos, comprensión o uso del lenguaje. La iniciativa, que ya se aplica en 13 escuelas de Santo Domingo y el Distrito Nacional, brinda una atención personalizada a los muchachos con requerimientos especiales en salas de apoyo. Como parte del proyecto, se capacitó a 145 docentes, 16 orientadores y 7 maestras de refuerzo escolar para que  detecten las distintas dificultades y así puedan ser reforzadas. El plan de trabajo se realiza en coordinación con las familias.