NUEVA YORK (AP) _ Roger Federer no titubeó cada vez que se encontró al borde del precipicio y se aseguró de que la final del Abierto de Estados Unidos no deparase una sorpresa mayúscula.

Federer demostró que se sabe de memoria ganar en los domingos que se dirimen títulos de Grand Slam al derrotar 7-6 (4), 7-6 (2), 6-4 a Novak Djokovic.

Lejos de su mejor nivel, el suizo hizo valer su experiencia de 14 finales en los torneos grandes, una que contrastó inmensurablemente ante el bautizo de un serbio apenas salido de su adolescencia en estas instancias.

«Tengo la experiencia y me tengo la confianza», afirmó Federer.

Djokovic llegó a estar 6-5 arriba en los dos primeros sets y contó con cinco bolas para llevárselos, pero Federer los borró con un despliegue fenomenal de sangre fría.

La victoria le permitió a Federer atrapar su cuarta corona consecutiva en el US Open y el décimo segundo título en los Slams. Bill Tilden, en la década de los 20, había sido el último hombre en ganar en cuatro ediciones consecutivas el torneo estadounidense.

Federer está ahora a ley de dos títulos adicionales para alcanzar el récord de 14 de Pete Sampras.

«Nuevamente, comprobó que es el mejor», declaró Djokovic, el tercer cabeza de serie.

Su victoria se concretó tras 3 horas y 26 minutos, al quebrarle el saque a Djokovic, cuyo revés en slice del serbio murió mansamente en la red.

Federer dijo que el resultado fue engañoso: «Tengo que ser honesto, perder en sets corridos es algo brutal para Novak».

Número uno del mundo durante una cantidad récord de 188 semanas, Federer se embolsó un premio total de 2,4 millones de dólares. La parte correspondiente a su consagración en el cemento de Flushing Meadows fue de 1,4 millones y a ese cheque se le dio otro por un millón por ganar una serie de torneos que sirven de antesala al último Slam de la temporada.

Alentado desde un sector de la tribuna por sus familiares, vestidos con el mismo ropaje, además de Maria Sharapova y el actor Robert De Niro, Djokovic sintió el peso de la ocasión y se tensó en los momentos más críticos del partido, cuando dispuso de ocasiones para poner contra la pared de Federer.