LONDRES. Un viento de renovación sopla sobre Wimbledon, donde los «experimentados y favoritos» Roger Federer y Novak Djokovic harán frente en semifinales, el viernes, a la ambición de la juventud personificada en el canadiense Milos Raonic y el búlgaro Grigor Dimitrov, decididos a cambiar el orden establecido hasta ahora.
Este año, la nueva ola jamás estuvo tan cerca de desafiar y romper la hegemonía del famoso «Big Four» encarnado por Federer, Djokovic, Rafael Nadal y Andy Murray. Como símbolo de lo dicho, Murray, ídolo local en Gran Bretaña que soñaba con retener su título ante su gente, no logró meterse entre los cuatro mejores de Wimbledon por primera vez desde 2008.
¿Por qué? La causa de llama Dimitrov, quien lo ha humillado en el court central del All England Club en cuartos de final. La caída del escocés sucedió a la de Nadal, tumbado en octavos de final por la revelación australiana Nick Kyrgios.
Eliminado luego por Raonic, el australiano de 19 años de alguna forma es otro relevo de esta nueva generación que empuja y se ha ganado su primer ingreso a semifinales de un Grand Slam en esta edición de Wimbledon. Dimitrov y Raonic, de 23 años cada uno, nunca habían alcanzado las semis en un ‘grande’.
Presentado por casi todos los expertos como el más talentoso de su generación, a quien ponen como potencial número uno mundial, el virtuoso búlgaro, apodado «Baby Federer» por su estilo parecido al del suizo, está en boca de los especialistas desde 2008, año en que ganó los títulos juveniles de Wimbledon y del US Open.
Por su lado, el bombardero Raonic, que sacude con aces como un barco de guerra, apareció bajo los reflectores en 2011 al ganar su primer título ATP con apenas 20 años.
Federer en su jardín
Tras un período de maduración, cada uno ha logrado alcanzar su mejor ránking: número nueve mundial para el canadiense, duodécimo para el búlgaro (13º actualmente). Sus objetivos ahora son ganar un ‘major’, comenzando por Wimbledon.
«Queremos demostrarles a los campeones que no estamos lejos de ellos, que nosotros también queremos títulos», destaca Dimitrov.
Al barrer a Murray, el ganador de Queen’s golpea fuerte la puerta con argumentos sólidos, aunque todavía le faltan subir dos montañas gigantes.
Se llaman Federer y Djokovic, dos monstruos que suman 23 títulos de Grand Slma entre ambos: 17 para el primero, 6 para el segundo. El suizo va a disputar el viernes su 35ª semifinal de un ‘grande’, la novena sobre el césped inglés.
El serbio lo hará por 23ª vez, cinco de ellas en la Catedral del tenis. Pero Wimbledon es un poco como el jardín de ‘Sir’ Federer, quien parece haber regresado a su nivel brillante después de una temporada 2013 difícil. Encendido, Federer quiere encaminarse a su octava corona en el All England para establecer un nuevo récord, a sus casi 33 años (el 8 de agosto).
Campeón en 2011, Djokovic corre desde hace tiempo detrás de una nueva victoria en un Grand Slam, después de cinco caídas en final ‘major’ (Open australiano 2013 el último título grande) y con el incentivo de retomar el número uno mundial como premio extra.
En cuatro choques contra Dimitrov, Djokovic ha perdido una sola vez, en Madrid, en mayo de 2013 sobre tierra batida. «Pero ha mejorado considerablemente.
Trabajar con Roger Rasheed (su entrenador) lo ha ayudado mucho. No ha perdido ningún partido sobre césped este año y ha derrotado a Andy», destaca ‘Nole’.
Federer también se cruzó cuatro veces con Raonic, saliendo siempre con la cabeza alta. «La última vez fue hace más de un año (Open de Australia) y pienso que soy un jugador distinto hoy», asegura con esperanza el canadiense de los aces de oro.