Hoy 
POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández recibió ayer decenas de regalos y las felicitaciones de miembros del gabinete, directores generales y jefes militares, así como de senadores, diputados, dirigentes políticos y allegados en ocasión de sus 54 cumpleaños.
El mandatario, que comenzó a recibir los saludos por su fecha natalicia en su despacho, en la segunda planta del Palacio Nacional, se trasladó más luego hasta el salón de Embajadores, en el tercer nivel, donde permaneció de pie durante 4 horas y 20 minutos.
Las felicitaciones estuvieron acompañadas de interpretaciones navideñas y de un cumpleaños feliz a cargo de la Rondalla de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Lo extenso del encuentro se debió esencialmente a que gran parte de los asistentes se prolongaban más del tiempo debido intercambiando frases con el presidente Fernández sobre asuntos personales o políticos, según testigos.
Entre los obsequios recibidos por el jefe de Estado figuraron cuadros, uno de ellos con su figura pintada mano y otro de la virgen de La Milagrosa que fue entregado por personal del Despacho de la Primera Dama. Abundaron, asimismo, obras literarias.
Muchos acudieron junto a su familia y tras presentar sus felicitaciones al gobernante pedían posar junto al mandatario para una fotografía. Estos casos fueron frecuentes.
Aunque algunos de los colaboradores cercanos al jefe de Estado se mostraban un tanto inquieto y desesperado frente a esos casos, Fernández complacía a cada quien de buenas ganas, sonriente y sin el más mínimo asomo de impaciencia. No valió que personal de la Dirección del Ceremonial y Protocolo del Palacio Nacional advirtiera a las personas que acudieron que se limitaran tan solo a presentar sus felicitaciones. Cada quien se tomaba su tiempo.
En el despacho, a partir de las 11:40 de la mañana, el jefe de Estado comenzó con las felicitaciones de miembros del gabinete, encabezados por el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque y los altos jefes militares.
Se vio penetrar al despacho, sosteniendo sus correspondientes obsequios para el mandatario, al secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Aquino García y a los jefes de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, mayor general José Peña Antonio; de la Marina de Guerra, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet y del Ejercito Nacional, mayor general Juan Antonio Campusano López; así como al presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira.
También, al jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín; a los secretarios de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa; de Agricultura, Salvador Jiménez; de Medio Ambiente, Omar Ramírez y administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti; así como al director del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (INAPA), Frank Rodríguez. Una extensa fila abarcó por completo los salones Embajador y Las Cariátides, en la tercera planta de la mansión presidencial, pese a que a la 1:00 de la tarde el jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, mayor general Héctor B. Medina ordenó no permitir el acceso de nuevas personas a ambos salones. Fernández subió hasta el salón de embajadores a las 12:30 del mediodía y se retiró de allí justo a las 4:00 de la tarde.
