Felipe Alou, en ruta al Salón de la Fama

Felipe Alou, en ruta al Salón de la Fama

POR ENRIQUE ROJAS
(ESPNdeportes.com).-
Felipe Alou, el jardinero, fue un gran jugador, pero no acumuló números suficientes para cumplir los estándares del Salón de la Fama de Cooperstown. Felipe Alou, el manager, ha ganado más de 900 juegos, pero esa cifra no sería aval suficiente para reclamar un puesto en el nicho de los inmortales.

¿Pero que tal Felipe Alou, el hombre de béisbol, que ha dedicado 50 de sus 70 años a este deporte de manera ejemplar?

Felipe Alou, el mayor y más prestigioso miembro de la familia que ha aportado cuatro jardineros estelares a las Grandes Ligas en los últimos 40 años, ya ha reunido méritos suficientes para ser considerado un habitante natural de Cooperstown.

Alou fue un buen jugador. El jardinero bateó .286 con 206 cuadrangulares y 852 carreras remolcadas en 2,082 partidos con San Francisco, Milwaukee, Atlanta, Yanquis, Montreal y Oakland.

Aunque el utility Osvaldo Virgil (Gigantes de New York, 1956) fue el primer nativo de República Dominicana en las Grandes Ligas, Alou, quien debutó en 1958, fue la primera estrella quisqueyana en las mayores.

En tres ocasiones fue seleccionado al Juego de Estrellas (1962, 66 y 68) y dos veces quedó entre los primeros 10 en las votaciones para el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional (quinto en 1966 y décimo en 1968).

Alou conquistó dos lideratos de hits (con 218 en 1966 y 210 en 1968), estuvo entre los mejores siete bateadores de la liga en tres diferentes ocasiones y fue el mejor bateador abridor del béisbol en 1966, cuando bateó .327 con 31 cuadrangulares, seis triples, 32 dobles, 122 carreras anotadas y 74 impulsadas con los Bravos de Atlanta.

Alou fue miembro del equipo dominicano de béisbol que ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1955, que fueron celebrados en Ciudad México.

En esos mismos juegos integró la selección de atletismo, donde participó en eventos de velocidad y en el lanzamiento de la jabalina.

Un año después, firmó su primer contrato profesional, con los Gigantes de New York.

Tras una carrera de 17 años en las ligas mayores, Alou se convirtió en entrenador y se mantuvo por 12 temporadas como uno de los mejores estrategas de las ligas menores y el béisbol del Caribe hasta que fue nombrado por los Expos de Montreal en mayo de 1992.

Fue nombrado Manager del Año de la Liga Nacional en 1994 y tiene tres años al frente de los Gigantes de San Francisco, donde su hijo Moisés está patrullando el jardín derecho.

Con una marca de 209-149 con los Gigantes desde el 2003, Alou ha colocado su foja general en 900-866 (hasta el sábado 14) en 13 temporadas como manager en la gran carpa.

50 años de triunfos y perseverancia, en los que ha conseguido dos mil hits como bateador y 900 victorias como dirigente, dan a Felipe Alou el aval necesario para llegar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Agregua a eso, un comportamiento ejemplar dentro y fuera del terreno.

Alou ha sido un grandesligas en todo el sentido de la palabra y Cooperstown se sentirá orgulloso de admitirlo en el vecindario.

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