Felipe: Chávez  es caudillo rural

Felipe: Chávez  es caudillo rural

Nueva York. EFE. Lo de Venezuela es un caudillismo rural militar con una manguera de petróleo»… Palabra del ex presidente del Gobierno español Felipe González durante el Foro Estados Unidos-Unión Europea que acoge estos días el Centro Rey Juan Carlos I de España de la Universidad de Nueva York y la Fundación Euroamérica.

Las declaraciones de González, que habló de Hugo Chávez como ejemplo de «utopía regresiva», fueron acogidas entre la sorpresa y la sonrisa por el público bilingüe: «No se sabe muy bien si Venezuela está en el siglo XX o en el siglo XXI»…

«Es obvio que es una utopía regresiva que no tiene mucho que ver con la articulación de una propuesta alternativa como la que era en su día la soviética», apuntó el ex presidente español.

González hizo también una fuerte autocrítica en el momento de asegurar que «España era un alumno aventajado y ahora se encuentra entre los últimos de la clase». El líder socialista exculpó sin embargo al Gobierno de Zapatero y cargó las tintas sobre «la falta de gobernanza» en la Unión Europea y los «choques asimétricos entre sus economías».

«Occidente está apalancado», fue otro de sus hallazgos verbales de su celebrada intervención.

«Estamos incubando la siguiente crisis del sistema financiero y seguimos creyendo que la mano invisible del mercado lo va a regular todo», añadió.

Felipe González y varios expertos en política económica llamaron la atención sobre la creciente influencia de China en Latinoamérica, una relación que, en su opinión, puede reequilibrar las fuerzas internacionales. «China se comporta con América Latina de forma completamente diferente de como lo hace con África y toma decisiones de contenido político-estratégico, y no sólo económico», dijo hoy González en unas jornadas organizadas por el Centro Rey Juan Carlos I de España de la Universidad de Nueva York y la Fundación Euroamérica.

Como ejemplo, cito que «los chinos saben que en América Latina tienen que buscar socios locales para acometer sus inversiones, al contrario de lo que hacen en África».

El profesor de Políticas y Económicas de la Universidad de Nueva York David Denoon coincidió con González y destacó que en 2004 China inició una carrera inversora en América Latina que acapara ya el 30% de sus inversiones en el exterior.

«Aunque EEUU y la Unión Europea mantienen mucha más relación con América Latina, la de China crece muy rápido y está reequilibrando la balanza», argumentó Denoon, quien destacó que el gigante asiático ha acompañado sus inversiones de un gran esfuerzo de influencia. Reconoció sentirse «impresionando por los múltiples acuerdos comerciales firmados en sólo cinco años», así como por «los tres centros de inteligencia abiertos en Cuba o los pactos con Venezuela sobre hidrocarburos, armas e industrial aeroespacial».

También destacó Denoon los «enormes esfuerzos para erradicar a Taiwán del panorama internacional», ya que allí se encuentran 12 de los 16 únicos países del mundo que reconocen la soberanía de ese territorio.

En su opinión, a Latinoamérica también le conviene estrechar los lazos con China, entre otros motivos porque es un comprador potencial muy importante para sus materias primas y supone una alternativa a la influencia política de EEUU.

El profesor emérito de Políticas de la Universidad de Nueva York Christopher Mitchell coincidió también en que la influencia de China aumenta «a marchas agigantadas» en la región y alertó de que ambas tendrán que afrontar los problemas de las desigualdades sociales, aunque en América Latina «se dan los más graves del mundo».

Respecto a la relación del resto del mundo con Latinoamérica, Felipe González recordó que su PIB per cápita es 2,5 veces superior al chino y, por lo tanto, tienen mucha más capacidad de compra, algo que hace que Estados Unidos «tenga un recorrido de relaciones comerciales infinitamente mayor» con la región vecina que con el país asiático.

«Estos datos no se están teniendo en cuenta, entre otras razones porque hay otras corrientes de fuerza que están cambiando el mundo, como la que ejerce China», añadió.

Nuevo modelo

Según Felipe González, en la actualidad no hay propuestas sobre ese nuevo modelo, «a no ser que se quieran considerar como alternativas algunas de las utopías regresivas que vemos aflorar por el mundo, como la del socialismo del siglo XXI que nos hacen desde Venezuela».

El ex presidente español también ironizó con otros calificativos utilizados para describir sistemas y proyectos socioeconómicos, entre ellos el de «soviético», utilizado por políticos demócratas de EEUU para referirse a la reforma sanitaria que busca Barack Obama. «Oí en el debate de anoche que se decía que la reforma sanitaria era un paso hacia la sovietización de EEUU. Me impresionó mucho, porque creo que quien lo decía lo hacía con convicción», apuntó.

Respecto a la crisis, dijo que «puede sonar dramático, pero estamos ante una de las últimas oportunidades de hacer una reforma del sistema financiero que trate de salvarlo» y lamentó que se crea que «la mano invisible del mercado puede autorregularlo, pese a la  demostración que han hecho los gobiernos afectados».

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