SAN FRANCISCO (AP).- Probablemente Felipe Alou ya conocía su destino un par de meses atrás cuando los Gigantes de San Francisco optaron no discutir su destino como mánager hasta una vez terminada la temporada. Eso estuvo bien para Alou, quien se retiró con la cabeza en alto, dándose cuenta que el cambio se había transformado en la mejor opción para ambas partes. Ha sido un hombre de béisbol por más de cinco décadas y entiende la parte empresarial del deporte.

Los Gigantes anunciaron oficialmente el lunes que Alou no regresaría en el 2007 para un quinto año, aunque ello no fue una sorpresa tras el equipo terminar con su segunda temporada con más derrotas que victorias de forma consecutiva. Hasta el final, cuando se retiró del campo de los Gigantes el domingo por la noche en ropa de salir camino al aeropuerto, Alou (de 71 años de edad) se comportó con dignidad.

“Me siento afortunado de haber podido ser mánager otra vez, especialmente aquí en San Francisco”, dijo Alou en una declaración. San Francisco está comprometido con rejuvenecer su staff, y el puesto de mánager no es la excepción. Y no es que los Gigantes no quieran que Alou siga formando parte de la operación.

Ya le ofrecieron un nuevo título consejero del gerente general y del departamento de las operaciones de béisbol  el que tomará en cuenta, habiendo dejado en claro que no tiene intención de tomar un trabajo que no involucre una tarea legítima.

Ni el gerente general Brian Sabean ni el dueño Peter Magowan culparon a Alou por los problemas del equipo las últimas dos temporadas.

“Es una víctima de las circunstancias”, dijo Sabean. “Él sabe que tuvo cuatro años excelentes aquí”.

Tras haber ganado 100 partidos y el título de la División Oeste de la Liga Nacional en su primera temporada en el 2003, los Gigantes no llegaron a los playoffs en los últimos tres años de Alou. Tuvo marca de 76-85 en el 2006, terminando su mandato con un récord de 342-304.

“Estoy orgulloso de mi comportamiento, mi respeto por el juego, la gente, las ciudades y países, las banderas”, dijo Alou la semana pasada. “No me gusta con marca de .500. Un hombre .500 es una mediocridad para mi. Uno no elije sus herramientas”.

Alou, el mánager latinoamericano con mayor cantidad de victorias, reemplazó a Dusty Baker tras que los Gigantes perdieran en la Serie Mundial del 2002. Horas antes de que los Gigantes anunciaran que Alou se había retirado, los Cachorros de Chicago soltaron a Baker como su mánager — y San Francisco no descartó hablar con Baker acerca del nuevo puesto como entrenador.

El coach de pitcheo de los Angelinos de Los Angeles de Anaheim, Bud Black, es considerado como uno de los candidatos para reemplazar a Alou, mientras que Bob Brenly, Lou Piniella y el coach de banco de los Gigantes Ron Aotus también podrían estar en el conjunto. Sabean confirmó que Aotus está en la lista de entrevistados.

“Fue muy difícil. Obviamente uno puede decir por mi voz que aún estoy nervioso”, dijo Sabean, quien el sábado le dijo a Alou que no regresaría. “Felipe es un hombre de integridad que ha puesto su corazón y su alma en los Gigantes”.

La separación con Alou es la primera movida importante en lo que promete ser una movida temporada baja en San Francisco. La decisión más monitoreada será la de traer de regreso o no al jonronero Barry Bonds, quien necesita tan sólo 22 jonrones para romper el record de todos los tiempos de Hank Aaron de 755 y hace años viene cargado con acusaciones por consumo de esteroides.

Alou pidió privacidad el lunes y presentó sus comentarios a través del club.

“A pesar de que no voy a ser el mánager de los Gigantes el año que viene, siempre voy a ser un Gigante”, dijo. “Desde que firmé con los Gigantes como estudiante de la Universidad de Santo Domingo, siempre me he considerado uno de ellos”.

Bonds, de 42 años de edad, es elegible para la agencia libre — junto con otros 10 Gigantes — tras la Serie Mundial. La edad, una mala rodilla y un codo lesionado han disminuido sus cualidades desde que ganó cuatro JMV consecutivos en la Liga Nacional desde el 2001 al 2004.

Tras haberse perdido todos excepto 14 partidos en el 2005 tras haberse sometido a tres operaciones de rodilla, Bonds bateó para .270 con 26 jonrones y 77 carreras impulsadas en 367 turnos al bate en la última temporada de su contrato de cinco años y un valor de 90 millones.

Sabean ha dicho que Bonds probablemente tenga que aceptar un recorte para permanecer con San Francisco. Magowan dijo el lunes que si Bonds regresa, el jonronero ya no será la pieza central de la rotación — por más que se convierta en el rey de jonrones de todos los tiempos.