Aunque sea al final del camino, sin importar el tiempo que tome, sucederá. La verdad, implacable, sale a la luz y, con ella, todo se despeja. Lo único que podemos ocultar es aquello que callamos: lo que se hace, sobre todo cuando es dudoso, tarde o temprano se sabrá.
El mejor ejemplo lo tenemos con la reciente revelación de Mirlande Manigat, excandidata presidencial de Haití, quien acaba de confirmar al Senado de su país que recibió 550 mil dólares de la empresa Hadom, propiedad del senador sanjuanero Félix Bautista. El dinero se usó en la campaña electoral del año 2010.
Manigat no ha sido la única candidata financiada por Bautista: ya en el 2013 se armó un lindo escándalo en Perú cuando se confirmaron las donaciones hechas por el senador a la campaña del expresidente Alejandro Toledo, quien perdió en los comicios del año 2011.
Aunque aún nadie ha confirmado las donaciones que Bautista habría hecho también a Otto Pérez Molina, en Guatemala; Michel Martelly, en Haití; y Ricardo Martinelli, en Panamá; no es de extrañar que pronto sepamos la verdad.
Aunque en República Dominicana todo ha conspirado para que no se llegue al fondo de lo que se esconde tras la fortuna del senador y han limpiado su honra con archivos judiciales y legislativos, tal vez allende los mares se sepa por qué es tan casual que en aquellos países donde ha licitado/ganado contratos hay rumores o confirmación de campañas financiadas.
Puede que, como la vida es antojadiza, terminemos descubriendo que lo de Félix es pura bondad: ¿no será un mecenas de la política internacional?