BILWI, Nicaragua, (AFP) – El huracán Félix, que devastó la costa del Caribe de Nicaragua, dejó un saldo de más de 100 muertos en Nicaragua y Honduras, un centenar de desaparecidos, decenas de miles de damnificados y millonarios daños materiales, indicaron este jueves las autoridades.
Un total de 52 cadáveres de indígenas desaparecidos de la zona de los Cayos Miskitos, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN, nordeste de Nicaragua), aparecieron en la costa Caribe de Honduras, dijo el presidente del Comité Permanente de Emergencia (COPECO), Marco Burgos.
Poco antes, la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua localizó los cadáveres de nueve pescadores en las cercanías del Cayo Mara. Ellos se sumaron a los 38 muertos anunciados por las autoridades nicaragüenses previamente y a tres decesos en Honduras.
El gobierno de Nicaragua estimó que necesita unos 30 millones de dólares para iniciar la reconstrucción de los daños en la infraestructura de la RAAN, región casi arrasada por la furia de Felix, que tocó tierra el martes con categoría cinco y vientos de hasta 300 km/h.
Las escenas de llanto, rabia y dolor se volvían frecuentes en medio de los escombros, árboles caídos y casas destruidas.
«Pensé que nos íbamos a morir todos», dijo a la AFP Roger González, al lado del féretro de madera de su esposa, mientras sus 11 hijos lloraban la pérdida de su madre, una indígena de la etnia miskita que murió aplastada en la comunidad de Betania.
Betania se encuentra 20 km al sur de Puerto Cabezas, una localidad de 40.000 habitantes donde los equipos de socorro buscaban con ayuda de helicópteros y lanchas a los desaparecidos, mientras la población reclamaba alimentos y los restos de sus familiares.
«La devastación es total», dijo el mandatario Daniel Ortega tras visitar la zona del desastre, antes de que su gobierno hiciera un urgente llamado por ayuda internacional.
Unas 10.000 viviendas quedaron destruidas, los pozos de abastecimiento de agua potable estaban contaminados y la población permanecía sin agua y sin electricidad.
El Programa Mundial de Alimentos anunció la entrega de 225,500 toneladas de víveres en los últimos tres días, lo cual se añade a colaboraciones en dinero o suministros de Estados Unidos, Unión Europea, Honduras y Venezuela.
En Honduras, una repentina tormenta que cayó sobre Tegucigalpa durante unos 20 minutos, provocó inundaciones en calles y mercados y causó la muerte de al menos dos personas, confirmaron organismos de socorro, con lo que se eleva a tres los muertos en todo el país desde el paso de Felix.
Los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón no provocaron grandes inundaciones, aunque algunas comunidades quedaron anegadas y otras incomunicadas.
Las autoridades de Guatemala decretaron en tanto alerta roja en el municipio de Izabal, 295 km al noreste de la capital, sobre el Caribe, debido a las lluvias que ocasionaron inundaciones y dejaron más de 850 evacuados.
En El Salvador, las autoridades decidieron mantener una alerta amarilla, debido a la humedad prevaleciente.