POR KENNEDY VARGAS
El campeón mundial y olímpico de los 400 metros con vallas Félix Sánchez aseguró que es más dominicano que cualquiera y que seguirá representando el país hasta el último momento de su vida. «Soy dominicano, nadie puede decirme que no; por mi sangre corre sangre dominicana, y esto lo siento así», sentenció Sánchez para dejar clara las dudas sobre su nacionalidad y la de sus padres.

Sánchez dijo que está consciente de que hay gente en el país que no lo considera dominicano se pura sepa, y sobre eso dice: «mi sangre es dominicana».

Apuntó que prefirió participar por la República Dominicana por solicitud de su madre, olvidando las ofertas económicas hechas por Estados Unidos y varias empresas deportivas que se dedican al patrocinio de atletas profesionales.

Sánchez ofreció sus declaraciones en una entrevista en exclusiva realizada en la ciudad de Bruselas, Bélgica,  por la periodista Alicia Ortega para CDN.

Durante la entrevista el campeón olímpico confesó que tras perder la penúltima carrera de la Liga Dorada dio las gracias «Al todo Poderoso» por «ganar la medalla de oro en las Olimpíada» sin confrontar mayores problemas. «No sé adónde iba a estar mentalmente si no hubiese ganado», declaró. 

El dominicano Félix Sánchez, ganador del oro olímpico de los 400 metros con vallas, tiene como meta capturar un tercer título mundial consecutivo y procrear cuatro hijos, «tres niñas y un niño».

El vallista afirma que «aparentemente Dios» no quería que saliera triunfante en el premio de Bruselas, donde se resintió una lesión en la pierna izquierda la que, confesó, le hizo temer al momento de competir por la medalla dorada en los Juegos Olímpicos. 

Sánchez dio a la República Dominicana el primer título olímpico en los 40 años de participación del país en Juegos Olímpicos, y confirmó su condición de ídolo indiscutible para los casi nueve millones de dominicanos.

De padres dominicanos, el corredor nació en Nueva York hace 27 años y creció en las ciudades estadounidenses de San Diego y Los Ángeles, donde reside junto a su abuela materna.

Sánchez ansía visitar el país para «gozar, beber, bailar y celebrar» en el Malecón de la capital su triunfo olímpico, «porque no es cada año que se gana una medalla de oro» en los Juegos.

Se confiesa enamorado de una corredora jamaiquina «que estuvo en Atenas», aunque piensa darle tiempo a la relación, y explica que ella reside en Nueva York.

«Vamos a ver, todo tiene su tiempo», dice el campeón olímpico al referirse a los planes de un mayor compromiso con su novia.

Sin embargo, sí tiene claro sus propósitos de formalizar familia, cuando revela su intención de procrear «tres niñas y un niño».

«Quiero compartir mi vida entre Los Angeles y Santo Domingo. Es un sueño mantener contacto en los dos lugares para ayudar a los jóvenes dominicanos, que necesitan a alguien que en este nivel pueda hablarles y enseñarles lo importante del deporte», explicó Sánchez.

Sobre su fracaso en Bruselas, Sánchez reveló que no pudo evitar las lágrimas tras verse obligado a detenerse en la carrera por la lesión. «Mi cuerpo no pudo más, hice lo posible y eso me puso triste», agregó.