MOSCÜ. AFP. El dominicano Félix Sánchez, un mito del atletismo latinoamericano todavía en activo, tiene como misión colgarse un nuevo oro, esta vez en el Mundial de Moscú, un año después de dar la sorpresa confirmando una segunda juventud con su triunfo en los 400 metros vallas de Londres-2012.
Sus lágrimas en la capital británica, con la medalla dorada al cuello, y su beso a una foto de su abuela fallecida fueron una de las imágenes más emotivas de los últimos Juegos Olímpicos, donde no partía entre los grandes favoritos y terminó llevándose la victoria.
«Nunca fui el más grande, el mejor o el más rápido, pero mi corazón es grande y nunca se dio por vencido», dijo en marzo de este año ‘Supermán’ para explicar su éxito londinense, justo tras recibir en Rio de Janeiro el premio Laureus al mejor regreso deportivo.
Con 47.63, un tiempo «casi imposible» según dijo él mismo tras la carrera, fue el oro olímpico, mientras que el estadounidense Michael Tinsley (47.91) se llevó la plata y el puertorriqueño Javier Culson, plata mundial en Berlín-2009 y Daegu-2011, fue esa vez bronce (48.10). El británico Dai Greene (48.24), campeón mundial en Daegu, sólo pudo ser cuarto en una final sorprendente, donde Sánchez se convirtió una vez más en el superhéroe de la noche. En su decimoquinta temporada, la de este 2013, tiene como misión convertirse en el primer corredor de 400 metros vallas con tres títulos mundiales.
«Espero conseguirlo en Moscú. Quiero ser el primero con tres títulos de campeón del mundo en 400 metros vallas», ha dicho en estos meses el dominicano, la estrella de la delegación de su país junto al joven de 20 años Luguelín Santos, plata olímpica en 400 metros. Los dos oros anteriores en Mundiales los consiguió en Edmonton-2001 y París-2003, además de una plata en Osaka-2007 y un cuarto puesto, al pie del podio, en Daegu-2011. En los Juegos , ganó en la carrera de Atenas 2004.