Félix Sánchez: “Una medalla RD valía más para mí que una de EEUU”

Félix Sánchez: “Una medalla RD valía más para mí que una de EEUU”

Dominican Republic's gold medalist Felix Sanchez bites his medal celebrate on the podium of the men's 400m hurdles at the athletics event of the London 2012 Olympic Games on August 6, 2012 in London. AFP PHOTO / JOHANNES EISELE

Cuando en 1999 Félix Sánchez representó al país por primera vez, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, mucha gente puso en dudas el compromiso que el entonces muchacho de 21 años podía tener con el país.
Sí, era un hijo de dominicanos que había nacido en la ciudad de Nueva York y que se crió la mayor parte de su vida en California.
Pero Sánchez, para aquel entonces, ni siquiera hablaba español.
Muchos entendían que la razón por la que había encontrado un nicho en la selección dominicana era porque no había un hueco en la de Estados Unidos.
Nada más lejos de la realidad.
Sánchez, sin hablar mucho español, sin haber visitado muchas veces la República Dominicana, estaba muy claro de un asunto: la sangre que corría por sus venas era la quisqueyana.
Y él también estaba muy claro en una cosa: una medalla olímpica para la República Dominicana era mucho más significativa que una para los Estados Unidos.
“Siempre fue un sueño para mí el representar al país, pero para aquel entonces no era fácil, no era como ahora que tú entras a una página web o a un correo y ya puedes hacer un contacto. A mi me hicieron un reportaje en un periódico latino de California cuando estaba en la universidad, Manny Mota vio ese reportaje y contactó a Bienvenido Rojas en el país, salió un reportaje mío en el periódico El Siglo, y de ahí en adelante es que me contacta la federación”, recuerda Sánchez en una amena entrevista con el Periódico Hoy.
¿Pero qué tiene de cierto la teoría de que Félix Sánchez decide correr por la República Dominicana porque no cabía en el equipo estadounidense?
“No, yo no corrí con los Estados Unidos porque me hacía falta la conexión con la República Dominicana, que no la tenía porque en San Diego no se parecen las cosas como en Nueva York o en Miami y otras partes de Florida. Pero mis tiempos estaban ahí, y sí, varias personas se me acercaron para que corriera por Estados Unidos en ese tiempo, pero yo quería correr por la República Dominicana”.
¿Te molestan los comentarios de que no eres un producto de la República Dominicana ya que no naciste aquí y tu desarrollo atlético se produjo en los Estados Unidos?
“No, eso no me molesta porque sé que la gente siempre va a hablar. Pero sí a veces me incomodo cuando dicen que no soy dominicano porque siento que me están robando algo que es mío. Este es un país difícil, la gente no es fácil de complacer, pero las cosas son así”, dijo.
También hizo referencia a los cuestionamientos de su preparación fuera del país, cuando nadie dice nada en ese sentido de los peloteros.
“¿Los peloteros dónde se desarrollan? Se desarrollan en Estados Unidos porque los firman a los 16 años y de ahí es que empiezan a prepararse cuando viajan a las ligas menores en Estados Unidos. Es lo mismo”, sentenció.
Dijo que muchas veces los dominicanos que viven fuera tienen una mayor valoración de lo que la patria representa.
“Hay que vivir fuera para darse cuenta y apreciar lo que es el país y ver la falta que hace estar aquí. Este es el mejor país del mundo”, agregó.
Una gran reacción. Cuando en el 2004 conquistó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas, Sánchez fue recibido como un héroe en el país.
Pero él reconoce al día de hoy que no estaba consciente de la magnitud del logro alcanzado ni mucho menos lo que vería al llegar al suelo dominicano.
“No entendí la magnitud de la medalla hasta mucho tiempo después de haberla ganado. Cuando vi a toda la gente tirada en la calle, celebrando conmigo y contenta con lo que habíamos hecho, yo de verdad no lo podía creer”, comentó.
Y el haber ganado la medalla en la cuna del olimpismo, donde nació todo, y que un dominicano, el hoy fallecido Polón Muñoz le colocara la misma en su cuello durante la ceremonia de premiación, fue algo aun más dulce.
“Mi sueño era ganar una medalla olímpica, pero lograr ganar la medalla de oro y hacerlo en Atenas, fue como una película para mí”, indicó.
Se levantó en 2012. Luego de casi ocho años sin triunfos significativos, pasando por el peor año de su vida en el 2008, con quedarse fuera del podio en el 2010 en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, tropezar con una valla y tener que conformarse con el bronce en los Juegos Panamericanos del 2011 en Guadalajara y escuchar a muchos decir que estaba acabado y pasando vergüenza y a otros sugerir que se le debía quitar su nombre al Estadio Olímpico, rebautizado Félix Sánchez en el 2005, el 2012 llegó con muchas promesas para el hasta entonces bicampeón mundial y campeón olímpico.
Pero Londres prometía mucho.
“Me sentía muy bien, de verdad que sí. Llegué a Londres con una meta clara de borrar lo que había pasado en el 2008 en Beijing, tenía que darle un premio a mi abuela en el cielo… salí de mi casa confiado, no por los resultados que había tenido sino porque la preparación del año entero se había dado muy bien”, recordó.
Dijo que al llegar a la capital londinense se sentía tan bien como en el 2004, cuando se quedó con la primera medalla de oro olímpico para la República Dominicana.
“Llegué a Londres con la idea de que ‘esto es mío’”, comentó.
Y lo hizo así, 47.64 segundos después de haber iniciado la carrera ante más de 80,000 personas en el Estadio Olímpico de Wembley, Sánchez ganó su segundo oro.

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