Los niños expuestos a la violencia de género y en casos extremos a la muerte violenta de la madre son los que más sufren en el tortuoso proceso del círculo de la violencia. Ser víctimas colaterales  los llevará a sufrir una serie de trastornos físicos y psicológicos, ya que  la muerte trágica de la madre representa para ellos la destrucción de un mundo infantil seguro,  explica la  psicóloga clínica Rosa Mariana Brea.

Al tratar el tema “El duelo en los niños y adolescentes víctimas de los feminicidios” en el II Foro sobre violencia en República Dominicana, señaló que entre los trastornos físicos se pueden identificar: alteraciones en el sueño, alimentación y trastornos psicosomáticos. En el área psicológica se identifican: ansiedad, fobias, tristeza, agresividad, problemas de aprendizaje, falta de concentración y atención.

Mientras que en el aspecto social  apuntó que los  niños tienen grandes dificultades para relacionarse con los demás, pueden ser víctimas o provocadores de “bulling” o acoso escolar. En el ámbito sexual presentan confusión entre sexualidad y violencia, propensión a la promiscuidad y posibles víctimas de abusos. La experta en intervención en crisis y duelo señaló que en el caso de los niños y adolescentes las consecuencias del feminicidio genera un proceso traumático por su cronicidad. “El dolor para estos niños se agrava con cada evento”, subrayó.