Feminista china asegura que el suicidio de mujeres aumenta en el país

Feminista china asegura que el suicidio de mujeres aumenta en el país

Pekín, (EFE).- Hija de intelectuales chinos, activista infatigable, símbolo de la lucha de la mujer, Wu Qing, de 72 años asegura en una entrevista concedida a Efe en la víspera del Día de la Mujer Trabajadora que «en China el suicidio entre mujeres aumenta cada día».

China es el país asiático donde se suicidan más mujeres que hombres. Cada año intentan quitarse la vida 157.000 féminas, la gran mayoría campesinas, con grandes dificultades para resolver sus problemas y ser escuchadas.

Mujeres sin aparentes signos de trastornos mentales o depresiones que utilizan el suicidio como una forma de protesta silenciosa.

«Es algo en lo que trabajamos e intentamos frenar. La vida humana hay que respetarla», dice Wu.

El suicidio en China no está considerado un tabú sino que, a menudo, es una manera de recuperar la dignidad cuando se ha sufrido una humillación, ya que la cultura china no tolera la expresión de las emociones, ni la protesta.

«Hay que hablar en alto», sentencia Wu con la mirada fija en el retrato de su madre, la famosa escritora china Xie Bingxin.

Wu se considera una mujer valiente y lo demuestra al hablar abiertamente de lo que le apetece, una actitud poco corriente en una sociedad donde los arrestos a disidentes forman parte del día a día.

Galardonada por su dedicación en la ayuda a la mujer rural, con el premio Ramón Magsaysay, el equivalente asiático del Premio Nobel, utiliza la palabra como arma para «transmitir la verdad, algo que no gusta demasiado al Partido Comunista de China».

Para esta mujer de voz grave y mirada inteligente enfrentarse al Partido no le quita el sueño.

«¿Miedo yo?, ¿por qué iba a tener miedo? Lo tuve, pero ya no. Luché activamente durante la Revolución Cultural (1966-76) y lo seguiré haciendo», exhorta.

A pesar de que la revolución maoísta consiguió integrar a las mujeres en la vida laboral, en el campo la situación discriminatoria contra las féminas sigue siendo igual que hace siglos, y este problema es el principal en la lucha de Wu.

En las innumerables de facetas su vida destaca su cargo como diputada de la Asamblea Popular del distrito de Haidan (Pekín) o la fundación de la Escuela Mujeres Rurales.

Las consecuencias de su férreo activismo, fue muchas veces criticada y tildada de reaccionaria, le han llevado a tomar decisiones que le apenan: «Tengo 72 años y tan sólo un hijo, ¿por qué?. Porque mi hijo sufrió mucho desde que tenía dos años de edad».

Y si su arma son las palabras, su apoyo es la Constitución de la República Popular de China, «fui la primera en utilizarla», reconoce mientras muestra dos copias, la primera de 1954 perteneció a su madre.

«¿Por qué en la Constitución de 1954 éramos sólo un país de ‘democracia popular’, y luego se modificó por una ‘dictadura democrática del pueblo?» y se responde a sí misma:

«Porque Mao (Zedong) quería convertirse en un emperador, por lo tanto, cualquiera que dijera algo diferente era un reaccionario».

En la Constitución, Wu descubrió que «los diputados son poderosos y que las leyes deben ser cumplidas y no anuladas por las autoridades» y por ello, anima a la mujer a participar en política.

China necesita mujeres líderes para crear una conciencia de género y «eso fue -dice- lo que le conté también a Hillary Clinton (secretaria de Estado de EEUU) cuando me reuní con ella hace unas semanas en Pekín». EFE

Publicaciones Relacionadas

Más leídas