Las feministas Lourdes Contreras y Virtudes de la Rosa consideran un incentivo para las mujeres del país y de América Latina la elección de Hillary Clinton como la primera mujer que postula a la Presidencia de Estados Unidos, ya que la simbología de ascenso al poder abre una puerta para los cambios sociales, económicos y políticos que se persiguen en la actualidad.

Estas activistas admiten, empero, que la demócrata nominada a la Casa Blanca, exsenadora por Nueva York y exsecretaria de Estado de Estados Unidos, no ha tenido un rol de defensa a los derechos de las mujeres.

Contreras, defensora de los derechos de las mujeres y coordinadora general del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), expresó que la escogencia de Clinton sí inspira. “Cualquier decisión, y esta es una de trascendencia mundial, por el rol de Estados Unidos en los procesos políticos, sociales, económicos, incluso, culturales de todos los países, y de manera especial en América Latina”.

Manifestó que este es un hecho de relevancia, además, porque se plantea frente a un contrincante específico -como lo es Donald Trump, candidato presidencial por el Partido Republicano de Estados Unidos- de quien Contreras afirma “que tiene un mensaje denegador de derechos, no solo de las mujeres, sino de las poblaciones migrantes y de los grupos más desposeídos y afectados por los grandes poderes”.

Para de la Rosa, directora del Instituto de Investigación y Estudios de Género y Familia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), razonó que el hecho de que por primera vez una mujer sea candidata a la Presidencia de la potencia militar y política más grande del mundo, es significativo para que las mujeres vayan logrando nuevas conquistas.

“En términos de la lucha y de la participación política me parece importante, lo que no significa que necesariamente nos asegure que ella (Clinton) vaya a defender nuestros derechos y los derechos de los pueblos más pobres, porque las funciones que ha jugado hasta ahora, no lo ha hecho”, dijo de la Rosa. Por lo que entiende que su éxito se debe “coger con pinzas”, es decir, que no representa la victoria de las mujeres de este siglo.