El presidente de la Federación Nacional de Detallistas de Provisiones (Fenacodep), René Japa, dijo ayer que la proliferación de centros comerciales, la incursión de grandes capitales en el comercio al detalle y la delincuencia constituyen amenazas para ese sector.

Consideró que las autoridades deben tomar algunas medidas en ese sentido, aunque no se caiga en la prohibición de la actividad comercial, porque una de las esencias del capitalismo es la libre empresa.

En la inauguración del XXIV Congreso del Comercio Detallista de las Américas, Japa lamentó que las grandes cadenas comerciales tengan todas las posibilidades de instalarse y operar negocios de diferentes tamaños, lo que tiene un impacto negativo en el comercio detallista.

Resaltó que el comercio detallista en el país no solo genera más de 240,000 empleos directos, sino también miles de empleos indirectos, porque se ha desarrollado “una industria doméstica” que coloca diariamente sus productos en los establecimientos comerciales más pequeños.

Los patrocinadores del congreso son Pasteurizadora Rica, Cervecería Nacional Dominicana, Induveca, Mercasid, Induban, Brugal y Molinos Modernos.

Japa se quejó de que las grandes empresas están fabricando sus propias marcas.

Cree que se debe buscar la forma de que los costos de operación de los negocios no puedan subir tanto que lleguen a estrangular a las micro y pequeñas empresas comerciales.

Resaltó que se debe preservar ese canal de distribución de productos, no solo vital para los que invierten en el sector, sino para la comunidad por los empleos que genera.

Señaló que uno de los problemas que afecta al comercio es la delincuencia callejera y que los barrios marginados se han convertido en una “fábrica de demonios”.

En el congreso, que finaliza hoy en el hotel Barceló, participaron el ministro de Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón; el empresario Luis Manuel Bonetti, así como dirigentes detallistas de diferentes países de la región.