Olga Vergés 
La Federación de Mujeres Trabajadoras (Fenamutra) clamó justicia y pidió “que la soga no se corte por lo más delgado” en el caso de la muerte del niño Maikel Esmil de Castro Álvarez, ahogado en una cubeta en una estancia en San Francisco de Macorís.
El gremio manifestó que con el apresamiento y cancelación masiva del personal no se soluciona un problema que es sistémico y que ha sido denunciado múltiples veces en los últimos meses.
Ruth Díaz, vocera de Fenamutra, dijo que la muerte de Maikel no puede verse como un simple accidente, sino que va más allá del pobre servicio de algunas estancias. “¿Qué hace una cubeta de agua en una estancia cuando el protocolo lo elimina de manera concreta? Existen muchos centros que tienen la misma situación y otras deficiencias”.
Puede leer: ¿Quién está al frente del CONANI?
Sostuvo que algunas estancias brindan servicios a pesar de las deficiencias puntuales que hay que corregir inmediatamente. Citó que algunos centros no tienen agua en las tuberías, lo que obliga al personal a valerse de cubos y latas para suministrar agua, exponiéndoles a un problema de insalubridad.
Precisó la falta de preparación y poca capacitación del personal de algunas estancias infantiles: antes, subrayó, se capacitaba el personal durante 3 meses y luego eran evaluados para ver sus capacidades. Ese proceso ya no se realiza.
Dijo que el Inapi se solidarizó con la familia y el caso está en investigación. “Debemos esperar dónde falló el protocolo, qué realmente pasó”, agregó.
Mencionó entre esas deficiencias el hecho de que el menor Maikel Esmikl presuntamente se ahogó en una cubeta porque en ese centro no hay agua en las tuberías lo que obliga a su personal a valerse de instrumentos como cubos y latas para almacenar el líquido, lo que también los expone a un problema de salubridad y que tienen información que no es el único centro que está en esas condiciones.
