En esta época del año, cuando la mayoría de las personas aprovecha para asear el hogar botando todo aquello que no sirve o no se usa y colocando cosas nuevas y apropiadas a la ocasión, es ideal hacer uso de una de las técnicas en la decoración que a través de los años ha tomado gran auge, debido a que, según la historia, es sinónimo de bienestar y prosperidad económica.
Esta técnica es el Feng Shui, proveniente de Oriente, cuenta con la confianza de incluso personas de gran renombre en el mundo, como es el caso del magnate estadounidense Donald Trump, quien hizo que esta práctica se popularizara mucho más cuando datos sobre su persona revelaron que en 1980 utilizó las recomendaciones del Feng Shui para la remodelación y decoración de sus inmueble, porque para entonces tenía una gran crisis financiera.
La información suministrada señala que en medio de esa crisis Trump utilizó los servicios de un reconocido maestro del Feng Shui, logrando con esta técnica levantar de nuevo su imperio.
En Estados Unidos y otros grandes países occidentales el Feng Shui se ha popularizado de tal forma que la industria inmobiliaria lo utiliza como una poderosa herramienta publicitaria para incrementar sus ventas de inmuebles, e inclusive una gran cantidad de empresas consultan con maestros de esta filosofía para distribuir los espacios, ubicar la oficina del presidente, colocar correctamente las ventanas y puertas para que fluya la energía, y sobre todo y lo más importante, conseguir la mejor ubicación del área financiera para obtener ganancias.
En los hogares sucede lo mismo, hoy día muchas personas utilizan la técnica del Feng Shui para decorar o redecorar sus espacios, buscando con ello encontrar armonía familiar y bienestar espiritual y económico.
El Feng Shui es una filosofía y arte a la vez; a través de sus reglas y principios se puede estudiar e interpretar los flujos de energía del universo, y cómo éstos nos afectan, a fin de crear ambientes sanos y mucho más prósperos.
Este arte milenario chino nació del taoísmo, filosofía íntimamente vinculada a esta práctica. Su nombre significa literalmente viento y agua, elementos fundamentales de la energía vital.
En sus orígenes, unos 7 mil años atrás, el Feng Shui era una tradición oral, conocida solo por los miembros de la clase imperial china.
Fue en el siglo IX después de Cristo cuando este arte se dio a conocer de manera abierta a través de diferentes escuelas de Feng Shui y se difundió a Occidente desde Hong Kong y Taiwán, ciudades conocidas como las capitales mundiales del Feng Shui. Con la llegada del comunismo, que prohibió todas las prácticas tradicionales, China se vio en peligro de perder el conocimiento de este arte, por lo que la clase dirigente que pudo escapar se instaló en Hong Kong y Taiwán llevándose consigo estos conocimientos. Su difusión en Occidente se dio en los años 70, cuando empresarios y políticos, intrigados por el éxito económico de los empresarios asiáticos, comenzaron a contratar maestros de Feng Shui para que los asesoraran en el diseño de sus edificios y oficinas.