El calor era agobiante, el sudor empapaba la ropa de la gente, sin embargo el atractivo de la XXVII Feria Agropecuaria que se realiza en la Feria Ganadera llamaba a las familias a hacer un interesante recorrido para conocer qué produce el país en los campos, la diversidad de frutos y animales que se encuentran en las zonas rurales y productos relacionados con la actividad de los campesinos.
Los niños se asombraban al ver ordeñar una vaca u observar las abejas produciendo la miel. Sus preguntas surgían a cada segundo, iban dirigidas a sus padres o a los empleados del Ministerio de Agricultura, granjeros, agricultores, artesanos, veterinarios y quienes estuvieran presentes para dar respuestas a sus constantes qué, por qué y para qué.
Decenas de familias degustaron queso de cabra, mabí del Seibo, dulces de Baní, guarapo de caña, yogourt natural procedente de Bonao y también compraron artesanías elaboradas con jícara de coco, bambú, higüero y tapitas de refresco, latas de cerveza y todo material reciclable. Los productos que se ofertan, comestibles y no comestibles, tienen precios que van desde 25 pesos hasta más de 4,000 pesos.