MIAMI, EEUU, EFE.- El Festival de Comida y Vinos, feria en la que se dan cita los cocineros más célebres del momento con las bodegas de más renombre, convirtió a Miami en una verdadera meca de la gastronomía.

Gigantescas carpas instaladas en las playas de South Beach acogieron a una alegre tropa de bebedores y hornos entregados a los aromas de sabrosas tapas y ricos caldos. La feria culminó el domingo pasado.

Más de 300 casetas de degustación, entre restaurantes, bodegas, destilerías, espectáculo a granel y miles de raciones servidas en cada puesto de degustación confirman por qué esta feria se ha convertido en una de las más visitadas y menos ortodoxas del mundo.

El festival es, además, “una oportunidad única para impulsar la campaña de promoción del aceite de oliva y los productos de Andalucía (España)” en Estados Unidos, comentó a Efe Ana Sáez de Tejada, técnica comercial de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior.

Sáez de Tejada señaló en la caseta de productos de Andalucía que la campaña de promoción del aceite de oliva en las más importantes cadenas de supermercados de EEUU “está funcionando muy bien”, principalmente en el estado de Florida.

Entre las empresas aceiteras presentes en la cuidad y amplia caseta de los productos de Andalucía, figuran Carbonell, Musa, Goya, Nuñez de Prado o Columela, aceites que comparten protagonismo con todo un despliegue de productos de origen andaluz, desde membrillo y espárragos trigueros hasta tortas de almendra.

Entre trago y trago de mojitos de champán, la alegre hermandad de bebedores seguía sin pestañear las contorsiones procaces y eróticas exhibidas por un grupo de náyades que parecían salidas de un estanque de burbujas y hojas.

En tono más intimista, la caseta-pérgola diseñada por la mítica marca de champán francesa Perrier-Jouet brindaba a los visitantes sus espumosos en las notas melancólicas que interpretaban dos féminas violinistas.