Feria del Libro y represión

Feria del Libro y represión

La Feria del Libro en nuestro país y en diversos países del mundo es un espacio para la libre expresión de ideas y pensamiento, en donde se plasma la pluralidad y diversidad cultural existente en la sociedad.

Muchas ferias del libro en nuestro país se han desvirtuado por el uso de la violencia y la violación de los derechos de grupos y personas que se presentan para difundir sus ideas.

A finales de la década de los 90 en la Feria del Libro se produjo un acontecimiento altamente represivo de desmantelamiento del stand que tenían varias Ong de Mujeres porque tenían afiches y materiales de difusión alusivos a la diversidad de opciones sexuales de la Asociación de Gays y Lesbianas, ASA y otros. El desmantelamiento estuvo acompañado de acciones de abuso y violencia contra varias mujeres que se encontraban en el stand, golpeadas por efectivos policiales y algunas apresadas.

En el 2010 el 30 de Abril dos jóvenes que habían anunciado una protesta contra la Barrick Gold en la Feria del libro fueron golpeados y heridos por la policía a varios metros de la salida de la Feria.

Este año en la inauguración de la Feria del Libro, miércoles 4 de Mayo, un grupo de personas que portaban sombrillas y camisetas amarillas alusivas al reclamo del 4% para educación fueron violentamente sacadas de la Feria por efectivos policiales, se colocaron en la bomba Texaco de la avenida Máximo Gómez frente a la Plaza de la Cultura y allí fueron despojadas en forma violenta de las sombrillas y forzadas a retirarse del lugar.

Resulta contradictorio que la Feria del Libro, que se celebra en un lugar público y que tiene como objetivo el fortalecimiento de la libertad cultural y la expresión social adquiera un carácter autoritario con acciones que socavan su naturaleza democrática y diversa.

La protesta en toda sociedad democrática es un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas, sin embargo los organismos de seguridad violan este derecho y hacen uso de la fuerza contra la ciudadanía continuamente con la anuencia del Poder Ejecutivo.

La presencia del Presidente de la República y cualquier otro funcionario del gobierno no impide en ningún país democrático que la ciudadanía se exprese y proteste. Las mayores protestas en cualquier país se realizan en presencia de los/las presidentes/as en distintos eventos y palacios gubernamentales.

Mientras más capacidad desarrolla la población de protesta mayor es su potencial de empoderamiento social. Los países donde se respeta el derecho de la población a la protesta tienen mayores índices de gobernabilidad y ejercicio democrático, los que reprimen las protestas empeoran su imagen democrática.

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