MONTEVIDEO. Con nueve países calificados, América Latina se organiza para no perderse los partidos del Mundial: instala televisores en las escuelas, otorga días festivos o modifica los horarios en las empresas.

Con todos los honores, Brasil (Grupo A), país anfitrión y favorito de la competición, ha comenzado a vivir a ritmo de «futebol» decretando un día festivo el jueves inaugural en la ciudad de Sao Paulo, donde la Seleçao venció 3-1 a Croacia en el partido de apertura. Se esperan medidas similares a lo largo de la competición en la mayoría de las 12 ciudades sede, para disgusto de algunos residentes.

«Este año las vacaciones escolares en Brasilia no son dos semanas sino un mes. Tuve que adelantar las mías», dice Paula Andrade, de 37 años y madre de dos hijos, asesora en un organismo de cooperación internacional.

«A pesar de eso, aún me queda una semana más de Mundial al volver» de las vacaciones, comentó, por lo que tendrá que recurrir a una niñera para sus pequeños.

En Colombia (Grupo C), una encuesta del instituto Mercer reveló que 78% de las empresas consultadas están dispuestas a flexibilizar sus horarios, permitir la retransmisión de los partidos en el trabajo o autorizar que se trabaje desde casa para no perder competitividad.

– Evitar el ausentismo – Hay medidas pragmáticas igualmente destinadas a evitar un ausentismo demasiado molesto. Gabriel López, un joven de 27 años que trabaja en un ‘call center’ en Bogotá, relató a la AFP que en su empresa «van a transmitir los partidos, sin sonido, sobre todo los de Colombia».

La compañía también cuenta con un programa de incentivos que permitirá a quienes tengan «los mejores indicadores ver los partidos en la cafetería, donde habrá sonido y pantalla gigante», añadió.

Diego Cano, un vendedor de ropa de 24 años, aseguró que en su trabajo «sortearán quiénes podrán ir a ver ciertos partidos». Los colegios permanecen abiertos en Argentina (Grupo F), pero los encuentros de los «albicelestes» serán retransmitidos en los centros escolares, «como debe ser», indicó el ministro de Educación, Alberto Sileoni.

«Si (el campeonato) lo van a ver 5.000 millones de seres humanos, ¿por qué no lo van a ver los 10 millones de jóvenes y niños que van a las escuelas argentinas?», se justificó.

En el norte de México (Grupo A), en Ciudad Juárez, cientos de ‘maquiladoras’ (fábricas) suspenderán su producción coincidiendo con los tres partidos de grupo del equipo nacional.

«Se colocarán pantallas gigantes en las cafeterías o áreas de producción de la mayoría de las 321 maquiladoras de la ciudad, ya que los tres primeros juegos de México se realizarán en horario laboral», dijo a la prensa local Claudia Troitiño, presidenta de la asociación. Semifinalistas en la edición de 2010, los uruguayos (Grupo D) esperan no perderse nada del espectáculo.

José Espinosa, trabajador de una empresa constructora de edificios de 31 años, comentó a la AFP que «para ver el partido de Uruguay con Inglaterra tenemos pensado no parar a mediodía para comer. Así a las tres y media nos vamos a bares que están cerca de la obra a verlo».

El jefe de Ana María, empleada en una tienda de material eléctrico, decidió ampliar ese día la pausa para almorzar y regalar pizzas a sus 50 trabajadores, que verán el partido en el comedor.

– Diputados con multa – En Costa Rica (Grupo D), las autoridades han emitido una circular en la que determinan que los funcionarios podrán ver los partidos contra Inglaterra e Italia (20 y 25 de junio), «siempre y cuando los servicios de atención al cliente no se paren», dijo a periodistas el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez.

Recelosa, la Seguridad Social del país anunció un refuerzo de los controles de las bajas por enfermedad. En Chile (Grupo B), «más del 60% de los trabajadores pidieron días de vacaciones en fechas del Mundial», según el instituto laborum.com. Sin embargo, algunos empleadores han planeado llevar televisores o liberar a sus trabajadores con antelación para los partidos que se celebren al final de la tarde.

«Mientras los trabajadores estén más gratos, serán más productivos», dijo la ministra de Trabajo, Javiera Blanco, invitando a los jefes a ser flexibles.

Sin embargo, no hay esa tolerancia para los diputados chilenos que falten a las sesiones parlamentarias para ver los partidos en Brasil: serán multados si lo hacen.