POR FERNANDO QUIROZ
El presidente Leonel Fernández dijo anoche que el pueblo dominicano entiende «que estamos armados todos hasta los dientes», y situó el porte y la tenencia de armas de fuego como uno de los elementos que contribuyen al incremento de la delincuencia y la criminalidad en el país.

Igualmente, reveló que en recorridos por barrios y pueblos la gente se le acerca para denunciarle que los agentes de la Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) conocen quienes son los delincuentes y vendedores de drogas, pero que no actúan para «desmantelar las bandas».

En un diálogo con funcionarios en su programa televisado Agenda del Presidente, Fernández preguntó al secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda, expresó su preocupación por el criterio para que una persona adquiera derecho de tenencia y porte de armas de fuego.

En el programa también participaron el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y el jefe de la Policía Nacional, mayor general Bernardo Santana Páez. Trataron el tema el Plan de Seguridad Democrática, con la moderación de Ellis Pérez. 

Fernández señaló que en el país la práctica es que por cualquier conflicto que suscite entre las personas se resuelve cada uno sacando una pistola o un revólver.

«Porque yo diría, este fenómeno que se da aquí, tantas personas con el derecho a utilizar armas de fuego, eso no se da en los países desarrollados como Inglaterra, Francia y España», agregó.

Planteó la importancia de incautar las armas ilegales y poder determinar con mayor racionalidad cuál es la necesidad que una persona tiene y se le conceda tener una arma de fuego.

«Yo creo que aquí eso es lo fundamental, eso es lo más importante, porque tantas armas circulando en la República Dominicana, gente que no tiene la necesidad de tenerla, pero que han conseguido el permiso legal»,

El mandatario pidió que se establezca con claridad en cuáles circunstancias debe concederse el arma o no, tras considerar que no basta proceder por la vía legal si una persona no tiene una necesidad de ese permiso.

Almeyda explicó que una persona que se ve en la necesidad de tener una arma de fuego formula su solicitud y es

sometida a prueba antidoping, no antecedente delictivo, evaluación psicológica y someterse a un manejo diestro del arma.

Almeyda dijo que Ley 36 sobre armas, que data del año 1966, establece una diferencia entre porte, tenencia y exhibición de armas. «Exhibir el arma es una agresión al público», dijo. 

El secretario de Interior dijo al presidente Fernández que entre las medidas adoptadas figuran hacer un registro de las armas en manos de los ciudadanos y lograr reducir el contrabando de armas de fuego, el cual calificó como un serio problema.

Garantizó que van a restringir tanto el porte como la tenencia de armas.

«La tenencia es tener el arma en su oficina, negocio o en su casa y el porte es andar con el arma», explicó.

SITUACION

Descubrieron, dijo Almeyda, que en gobiernos pasados se daban licencia de porte y de tenencia de armas a personas que nunca fueron a un polígono de tiro a practicar, por lo que desconocían el manejo de una arma.

Además de exigir que se cumpla este aspecto, dijo que han pedido efectiva evaluación de los psicólogos y psiquiatras.

Desde septiembre del año 2004 hasta julio de 2005 recuperaron mediante operativos cantidades de armas de fuego que llegaron a promediar en algunos meses 1,000 armas.

Almeyda dijo que se concentrarán en controlar quien tiene derecho a portar o tener una arma de fuego conforme a su oficio o su actividad productiva, como traslado de dinero u otra actividad que implique riesgo.

Advirtió que no podrá adquirir permiso para un arma la persona que sólo tenga interés de andar con ella en la cintura.

Puso como ejemplo, las víctimas por armas de fuego los casos de tres niños, Vielka Colón, Joselito Hernández y Cristian de Jesús, todos lesionados por balas perdidas.

En tanto, el procurador Domínguez Brito dijo que en el registro homicidios del mes de julio pasado figura la muerte de un niño provocada por un amiguito que manipuló una arma del papá, influenciado por los programas que ven en la televisión.