Fernando P. Defilló
Premio Nacional de Artes Plásticas 2010

Fernando P. Defilló<BR>Premio Nacional de Artes Plásticas 2010

El pasado 17 de diciembre, “Día del Artista Plástico”, el Ministro de Cultura, Lic. José Rafael Lantigua, y la directora del Museo de Arte Moderno, María Elena Ditrén, procedieron, mediante acto solemne, a la entrega del Premio Nacional de Artes Plásticas 2010 al consagrado artista Fernando Peña Defilló (1928), reconocido desde hace más de cuatro décadas como uno de los primeros pintores abstractos latinoamericanos que se dieron a conocer en Europa, principalmente en España y Francia, países en los que estudió, trabajó, vivió y expuso su obra intensamente entre 1951 y 1963.

Con una dotación de RD$500.000, el Premio Nacional de Artes Plásticas, máximo galardón de las artes visuales en República Dominicana, fue adjudicado por un Comité Seleccionador designado mediante el decreto 597-10 del Presidente de la Republica, Dr. Leonel Fernández Reyna, con lo cual el gobierno, después de un inexplicable “extravió” de más de 15 años, reasume la entrega de este importantísimo reconocimiento que en sus dos únicas ediciones fuera concedido a los fallecidos maestros Darío Suro (1993) y Antonio Prats Ventós (1995).

El Comité Seleccionador, presidido por el Ministro de Cultura e integrado por María Elena Ditrén; Marianne de Tolentino, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes; Arq. César Iván Feris Iglesias, presidente de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte-ADCA/AICA; Antonio Guadalupe, presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos-CODAP; Myrna Guerrero y el Dr. Rafael Emilio Yunén, director del Centro Cultural Eduardo León Jimenes.

El decreto 597-10 establece que la entrega anual del Premio Nacional de Artes Plásticas tiene como objetivo “el reconocimiento a la dedicación y aportes de la figura galardonada al arte, la cultura y la sociedad dominicana, a fin de que se rinda tributo a personalidades paradigmáticas de nuestras artes plásticas, cuyo ejemplo sirva de modelo a las actuales y futuras generaciones, reafirmando de esta manera el compromiso del Estado dominicano con la creatividad plástica nacional”. Asimismo, dicho decreto incluyó el otorgamiento del lauro “post mortem” a los maestros Gaspar Mario Cruz, Luichy Martínez Richiez, Clara Ledesma y Silvano Lora.

Aunque se sabía de la consideración de otros candidatos, a la misma altura y de la misma generación del laureado, tales como Ada Balcácer, Domingo Liz, Soucy de Pellerano y Cándido Bidó, en esta ocasión el Comité Seleccionador apuntó en su veredicto que Fernando Peña Defilló “es un artista de compromiso permanente con la creación visual dominicana, creador de obras maestras del imaginario plástico dominicano que han significado hitos en la producción visual de nuestro país”.

En efecto, Fernando-Papo-Peña Defilló es un artista completo, cuya obra global se caracteriza por una intensa reflexión sobre la condición humana, sobre las contradicciones existenciales y sobre las complejas relaciones entre práctica artística, espacio sociocultural y naturaleza… Creador de una obra y un estilo únicos que resultan de una constante disposición hacia la experimentación con los distintos medios, lenguajes y recursos expresivos, siendo forjador y orientador de corrientes notables en el arte dominicano y latinoamericano, tales como el abstraccionismo, el informalismo y la nueva figuración. Su producción pictórica se constituye en un repertorio de imágenes que nos permite registrar la ardua, dilatada y fructífera persistencia de una personalidad artística de profunda consciencia social y exquisita sensibilidad poética.

Sin dudas, la entrega del Premio Nacional de Artes Plásticas 2010 a Peña Defilló significa una reconquista sumamente significativa para todos los sectores y agentes que inciden en el ámbito artístico local, especialmente para los creadores visuales  y gestores culturales que, como su principal propulsor, el siempre recordado Porfirio Herrera Franco (1954-2004) dedicaron  a este objetivo sus mejores energía y hasta momentos cruciales de sus trayectorias profesionales.

Reconociendo la cálida acogida que ha tenido este hecho cultural en diversos sectores de nuestra sociedad, también hay que estar abierto a la opinión y a los criterios de las distintas instancias y personalidades del área en favor de la “democratización” del proceso de selección de los candidatos merecedores del preciado galardón.

En ese sentido, me permito citar este elocuente extracto del articulo “Construyendo referentes en el arte”, del galerista Juan José Mesa, Vicepresidente de la Asociación de Galerías de Arte de la República Dominicana-AGA-, institución que desde hace más de una década persiste en sus esfuerzos por organizar y dinamizar la difusión y comercialización de la producción artística dominicana, aunque parece que cuando los “expertos” y los burócratas se reúnen “a puertas cerradas”, la desmemoria y la desesperación nos azotan con sus terribles bellaquerías. No hay que confundirse con el ejercicio de la crítica, me consta que el mismo Mesa está entre los muchos que  siguen celebrando el premio de Papo Peña Defilló  y la reanudación de la entrega del reconocimiento, pero…

“A pesar de desarrollarse bajo la competencia de un Comité Seleccionador presidido por el Ministro de Cultura y designado mediante decreto del Poder Ejecutivo, se busca que la elección de los galardonados sea un fiel reflejo de las valoraciones y los sentimientos de la sociedad dominicana, y de manera muy especial de los amantes del arte. Un premio que por demás está dotado con RD$500,000 pesos”… Sin embargo, a diferencia de lo expresado, por propio ministro durante la entrega de los mismos, en cuanto a lo referente a (…) la trayectoria de toda una obra de vida del artista galardonado, como una manera de elevar los paradigmas de nuestra historia cultural…

…“Entendemos que en lo adelante, los candidatos a este galardón deben ser presentados a los miembros del dicho comité  por las entidades relacionadas con las actividades artísticas o culturales del país, mediante propuestas razonadas dirigidas al pleno del Comité Seleccionador o a los propios miembros, una vez constituidos. Para, primero que todo,  los artistas se sientan en igualdad de oportunidad, una vez se esfuercen en construir una carrera digna de ser tomada en cuenta; y segundo, porque el arte es libertad a la que ningún artista puede renunciar, en el entendido que el premio instrumentaliza en beneficio del Estado el prestigio del premiado”. ( Mesa Fine Art, 30/12-2010)

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