Padres, alumnos y escuela, en sintonía

Padres, alumnos y escuela, en sintonía

A veces una deficiente comunicación entre centros educativos, profesores, padres y alumnos puede ocasionar problemas y conflictos que podrían resolverse, en parte, gracias a las nuevas tecnologías, como la mensajería instantánea educativa.
Un colegio ha organizado una excursión para un curso pero necesita la autorización de los padres/tutores de los alumnos.

Para conseguirla, recurre al método tradicional de preparar una circular (nota de papel) y entregársela a los alumnos, para que ellos se la den a sus padres, para que la firmen y luego la autorización vuelva firmada al colegio.

Pero algunas de esas autorizaciones se pierden por el camino, lo que conlleva un trabajo extra por parte del centro educativo, que debe intentar contactar de nuevo con el padre o madre del alumno o, en ocasiones, genera un gasto económico adicional en materiales, ya que debe volver a imprimir las circulares que no tuvieron respuesta.

Este es solo un ejemplo de problemas que surgen a diario en la comunicación entre centros educativos, estudiantes y padres, y que pueden conducir a conflictos, pérdidas de tiempo y dinero, debido a la desinformación o malos entendidos.
“¿No sería mejor enviar la circular de autorización directamente al teléfono móvil de la madre o padre del alumno y que éstos puedan enviar al colegio una respuesta con la misma validez legal que su firma en papel?”, señala Susette Sánchez, portavoz de una empresa que ha lanzado una ‘app’ que permite gestionar la anterior y muchas otras comunicaciones entre el centro educativo y la familia.

Mensajería instantánea educativa. Esta aplicación informática llamada TokApp School, tiene la misma validez legal que un burofax, permite a los colegios y profesores comunicarse con padres y alumnos mediante mensajería instantánea, informando en qué fecha y hora el usuario lee el mensaje o comunicado, permitiendo que lo responda solo si el centro o el profesor lo requieren, según sus creadores.

Herramienta. Esta plataforma de comunicación no revela el número de teléfono de sus usuarios, garantiza que las respuestas que se envíen a una notificación solo las lean su emisor y receptor, permite enviar cualquier tipo de archivo como fotografías, videos o PDFs y programar su lanzamiento, e informa sobre ofertas del sector educativo, como librerías, logopedas y academias de enseñanza, indican desde la empresa.

“Se trata de una ‘app’ gratuita para Android, iPhone y Windows Phone, que está disponible, entre otros idiomas, en español, portugués e inglés y ya funciona en Argentina, México y España; se prevé que pronto comenzará a operar en Uruguay y otros países de América”, indica a Efe la representante de la compañía TokApp (www.tokapp.com), con sede en Vigo (Galicia, España).

Para desarrollarla “hemos analizado la comunicación de los centros educativos con los estudiantes y padres para mejorarla, detectando una serie de problemas comunes, como la falta de información periódica por parte de los colegios hacia los padres sobre los progresos académicos de sus hij@s”, señala Sánchez.

Según Sánchez, “muchos centros comunican a los padres los resultados académicos de los alumnos a través de reuniones trimestrales, en lugar de hacerlo regularmente”, y para solucionarlo sugiere evaluar al alumno, “como mínimo, una vez al mes”, en lo que respecta a los conocimientos adquiridos y su actitud hacia lo aprendido.

También dicen haber detectado, tras unas encuestas realizadas por la empresa, que los centros educativos suelen enviar informaciones “generalizadas, masivas y sin filtros, sin distinguir las relevantes de las que no lo son, haciendo que, a veces, las urgentes se pierdan entre el montón de emails o circulares”, ante lo cual aconseja priorizar lo esencial y reducir lo secundario, “para no distraer la atención de los padres”.
Otra deficiencia comunicativa detectada por los estudios de TokApp es que, “en ocasiones, los centros no tienen la seguridad de que los comunicados (circulares, notas de papel, emails, sms) que han emitido hayan sido recibidos por el destinatario, lo que afecta a padres y alumnos y repercute en los propios centros”, añade.
Para solventar este problema, Sánchez recomienda usar mecanismos tecnológicos que validen la recepción de dichas informaciones, como las plataformas de mensajería instantánea que solicitan confirmación de recepción o respuesta.
También han descubierto que, a pesar de que pueden surgir imprevistos de última hora o de disponer de tiempo suficiente, a veces se emiten comunicados que no dejan margen de actuación a los padres o alumnos.

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