Fernando Rodney sabe superar los días malos

Fernando Rodney sabe superar los días malos

El 29 de abril, Fernando Rodney dejó escapar una ventaja de los Diamondbacks por segundo partido consecutivo, viendo empeorar su efectividad a 12.60 y provocando especulaciones de que el mánager Torey Lovullo podía quitarle el puesto de cerrador del equipo de Arizona.
Sin embargo, en ese momento Lovullo confirmó en el cargo al dominicano, quien ha premiado dicha confianza con 13 presentaciones consecutivas (12.2 entradas) sin permitir carrera limpia, salvando 10 juegos en 11 oportunidades.

«Lleva tanto tiempo en el juego», dijo Lovullo al explicar su decisión de hace un mes y medio. «Es un pitcher de 40 años que ha visto y ha experimentado prácticamente todos los resultados que ofrece el béisbol, y que ha podido sobrellevarse en los momentos buenos y malos. Hay que reconocerle eso».
Efectivamente, el historial de 15 años de Rodney en las Grandes Ligas está repleto de altibajos, entre temporadas y entre períodos específicos dentro de varias campañas:
Después de dos temporadas para el olvido en los Angelinos del 2010 al 2011, (EFE de 4.50 con WHIP de 1.590), el oriundo de Samaná entregó en el 2012 con los Rays la mejor efectividad (0.60) de un relevista con al menos 50.0 entradas en la historia de Grandes Ligas, con WHIP de 0.777.
De ahí en adelante, hubo temporadas buenas y no tan buenas con los Rays y los Marineros, seguidas por un 2016 con una brillante primera mitad por los Padres (0.31 de EFE en 28 juegos, 17 salvados y una convocación al Juego de Estrellas) y una pésima segunda parte por los Marlins (5.89 en 38 presentaciones).
El 2017 ha representado otro subibaja para Rodney.
Rodney slams the door
Rodney consigue su 16to rescate de la campaña.
¿Cómo se mantiene el dominicano equilibrado y con la confianza intacta en medio de tanta turbulencia?
«Gracias a Dios he podido sobrevivir en esa parte, lo que es el juego», dijo Rodney al respecto. «Sabes, mi situación es una situación muy crítica, que es salvar un juego. Cuando las cosas me salen mal, me siento, medito, planeo las cosas muy bien a ver qué fue lo que hice mal, en qué tengo que trabajar para superarme al otro día.
«Creo que es por eso que jugamos todos los días béisbol. Te va mal hoy para que te vaya bien mañana. Eso es lo que he entendido».
De su parte, Lovullo elogia la calma que ha exhibido el veterano Rodney, sin importar los resultados de una actuación determinada.
«Mis conversaciones con él me hicieron ver que no se dejaba alterar por la situación», manifestó el dirigente, quien también se encuentra en su primer año en el desierto.
«Siempre veía la misma mirada en esas conversaciones, el mismo carácter y la misma cadencia. Todo era igual con su entrega de la bola. Esas cosas me hicieron pensar que él iba a estar bien.
«Tiene una memoria corta, no importa si salva o no un partido. Siempre va a estar en la mejor posición posible para ayudar a su equipo a ganar el juego», agregó.

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