Fernando Ureña Rib pinta y escribe sus vivencias

Fernando Ureña Rib pinta y escribe sus vivencias

POR CLARA SILVESTRE
El arte y la literatura han ocupado toda su vida, de modo que cuando no está pintando, está escribiendo. Así es como cada día, se levanta muy temprano y escribe por lo menos una hora, luego se dirige al taller y pinta durante todo el día.

Fernando Ureña Rib se define como un espíritu en permanente ebullición para crear cosas, y en ese sentido considera que el trabajo constante, organizado y disciplinado son los puntos que contribuyen al éxito. “Es necesario tener metas específicas para cada día y lograr cosas aunque sean pequeñas en esa misma medida”.

Muchas de las anotaciones y observaciones que realiza cada mañana sobre situaciones que ocurren dentro del diario vivir, son esas mismas que luego transforma en historias. “Mis horas para escribir son las de la mañana, aunque para pintar no importa el momento. Cuando uno pinta, cada cuadro responde a un día diferente, a una vivencia. Me gustan los diarios y los libros de viaje, y cuando uno escribe hay una autobiografía que va tomando forma”.

Un punto sumamente fundamental en su trabajo pictórico es la música y otro que a su juicio es el ingrediente que no se puede excluir es la paz. “Necesitamos paz para trabajar y uno tiene que procurársela. Una parte de mí es muy soñadora, otra en cambio es más realista, y ésta tiene que ver con observar la cruda realidad que se nos presenta hoy. Hay cosas muy tristes que ocurren cada día y no puedo ser insensible a ellas”.

Se considera un artista que cree mucho en la tradición, “fundamentalmente figurativo, y aún en estas formas que son si se quiere abstractas, hay mucho de figuración, porque se trata de hacer imaginar que las cosas que uno pinta son reales, que son únicas”.    

Cuando se refiere al tema de la danza, afirma que es el origen de su obra. Surge cuando vivió en Montreal durante un buen tiempo: “Trabajaba en un enorme galpón de una antigua fábrica de abrigos de visón, cerca de algunas academias de arte y danza, y muchas de esas muchachas bailarinas venían a mi taller a posar. Improvisaban coreografías, así como se ven en los cuadros, y yo hacia el trabajo de transcribir todos esos movimientos de la danza y la mujer desnuda”.

Destacó que en la historia del arte, el cubismo presenta imágenes simultáneas con líneas rectas y geométricas, mientras que en su trabajo utiliza líneas propias que son el resultado del estudio de la anatomía humana, “es una exploración sobre las formas que se repiten y nunca son iguales. Son formas que siempre van cambiando, son líneas que tienen ligeras variantes, entonces eso es una exploración intensa sobre la relación entre música, poesía, historia, literatura y sobre todo el arte de pintar”.

De cualquier forma revela su interés por la naturaleza, de hecho la figura humana es parte de ella, pero muchas otras obras muestran frutos, flores, conchas, algas, vida vegetal y animal.

ÓRFICA, LA EXPOSICIÓN

A Fernando Ureña Rib le encanta el estudio de la mitología, y en ese aspecto examinar cómo muchos de esos mitos están presentes hoy día, “y se sigue utilizando ciertos arquetipos propios del mundo de los griegos. De hecho en las películas crean héroes que muchas veces luchan contra ciertos males, ogros o bestias, que son más o menos réplicas de la misma siempre salvaguardada tendencia a crear ídolos y héroes. Es decir que las sociedades cambian, pero los mitos siguen siendo siempre los mismos”.

Actualmente presenta la exposición titulada “Órfica” en el Museo de Arte Moderno. 33 piezas, muchas de ellas de gran formato, que son el resultado de un proceso de casi cinco años de trabajo. En ese sentido extiende una invitación a que se acerquen al museo y lleven a sus familias para verlas juntos, en el entendido de que entre lo que presenta no hay nada más puro y hermoso que la figura humana como creación divina, y de esta manera se ve la exposición como un homenaje a la mujer.

Escogió el tema de Orfeo, porque hay una riqueza conceptual enorme en su relato, “por ejemplo esa fatídica situación del ser humano que cuando cree que ha alcanzado la felicidad viene algo que puede ser una simple mordida de una serpiente y destroza todo. Esa sutilidad de la existencia humana es una de los aspectos de esa historia, pero hay muchos otros aspectos que mencioné antes, como la música, la poesía y las relaciones con el arte”.

Hace referencia a la danza de ninfas, musas y esos personajes de la antigüedad de su obra, que más bien es la misma imagen que se mueve, que busca un movimiento. Así es que trata de captar la secuencia, porque la temática de su obra no es sino la danza. 

“Resulta que Orfeo no solamente fue un héroe y un filósofo, sino también que inspiró una serie de doctrinas que fueron muy populares en la antigua Grecia, en las cuales lo importante es el ser humano. Y según las teorías órficas hay esa dualidad, una que tiende a ser sublime hacia lo alto y otra que tiende hacia lo terrenal, lo animal”, dijo.

Fernando Ureña Rib quiere estimular para que el público visite la exposición que estará en el Museo de Arte Moderno hasta el 3 de abril, de 10:00 a 5:00, de martes a domingo. Todos los demás días desde el mediodía hasta las 2:00 de la tarde, recibe a todos los visitantes. Esta exposición acaba de venir de Argentina y Uruguay.

DONDE TODO COMENZÓ

En sus recuerdos de la infancia, guarda los momentos cuando en su casa y junto a sus hermanos hacía caretas de carnaval en barro, les pegaba papel con cola y las pintaba. Ahí comienza su interés por el arte, y respaldado por su vocación inicia más tarde sus estudios en la Escuela de Bellas Artes.

Fernando Ureña Rib nació en La Romana, y aunque permaneció poco tiempo allá, sus lazos han sido muy fuertes, los mismos creados por la gente de San Francisco de Macorís, donde se crió junto a sus hermanos.

 un sueño en camino de realizaciÓn

A Ureña Rib le gustaría lograr físicamente lo que desde hace un tiempo funciona virtualmente. Se trata del Museo de Arte Latinoamericano, que dirige en la red y donde aparecen una gran cantidad de artistas latinos y dominicanos, poetas, escritores y narradoras, especialmente dominicanos. Entre sus deseos está el hacerlo realidad a fin de que se conozca la pintura, no solamente dominicana, sino de otros continentes.

En la actualidad se encuentra trabajando en  la difusión de su obra, a través de reproducciones sobre lienzos que se conocen como lienzografía. Las mismas se están llevando a distintos países, entre ellos Japón, en ocasión de celebrarse en mayo la Feria Mundial de Japón.

A juicio del artista, este método resulta conveniente, porque son ediciones limitadas y numeradas, y no tienen el mismo costo que una original.

En el aspecto literario acaba de publicar el libro de cuentos El olor de las Yeguas, y ya tiene listo Las cortinas del palacio que comienza diciendo que “las cortinas del palacio no son de terciopelo”.

Además, un libro de investigación y ensayo sobre el maestro Manolo Pascual, quien fue el primer director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y a partir de él se forman generaciones de artistas dejando, según explicó, una obra fundamental para el arte dominicano.

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