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Adriá, famoso por sus platos deconstruidos, explicó que si los productos cocinados que se adquieren en los supermercados son de calidad, estamos ante platos que son casi tan buenos como los hechos en casa
El cocinero español Ferrán Adriá afirmó en Barcelona que el futuro de la cocina pasa por el ensamblaje culinario, es decir la combinación de recetas preparadas con toques personales.
El propietario de El Bulli, restaurante de la localidad mediterránea de Rosas, merecedor de tres estrellas en la prestigiosa guía Michelin, participó junto a otros maestros culinarios como Juan Mari Arzak o Pedro Subijana (éste a través de vídeo conferencia) en un debate sobre La nueva cocina en casa.
En opinión de Adriá, se abandonará la cocina de preparación y la cesta de la compra se llenará de caldos, gazpachos, sopas o cremas, servidos con complementos sencillos, como los espárragos, dando un toque único a cada composición.
Adriá, famoso por sus platos deconstruidos, explicó que si los productos cocinados que se adquieren en los supermercados son de calidad, estamos ante platos que son casi tan buenos como los hechos en casa.
A su juicio, la cuestión no es que todos los jóvenes sepan preparar platos deconstruidos, sino que conozcan cincuenta recetas básicas: cómo se hierve la pasta, cómo freír un huevo o cómo hacer una receta a base de algo tan simple como patatas.
Por su parte, Arzak, que tiene un restaurante también con tres estrellas Michelin en la ciudad de San Sebastián, abogó por que la cocina sea una asignatura obligatoria en el bachillerato.
Los cocineros defendieron las nuevas maneras culinarias, aunque aseguraron ser cocineros artesanos con la obligación moral con la sociedad de que el comer diario se vigile, tenga buenas materias primas y sea de calidad.
Si se pueden hacer mil litros de buen vino, ¿por qué no de caldo?, añadió Arzak.
En cuanto al sector de la restauración, la clave no está en la cocina elitista ni en los fast food (locales de comida rápida), sino en la de tipo medio, que es la que necesita nuestra ayuda, según Adriá.
Por último, los cocineros pidieron a las empresas alimentarias y a las administraciones públicas que cumplan con su responsabilidad social de vigilar los productos, pues lo primero que nos metemos en la boca al comer es la salud.
