PARÍS. El N.3 mundial de la ATP, el español David Ferrer, clasificó por segundo año consecutivo a la final del Masters 1000 de París-Bercy, al derrotar ayer al N.1, su compatriota y ‘bestia negra’, Rafael Nadal, en dos sets, por 6-3 y 7-5.

En su mano a mano particular, el mallorquín domina al alicantino por un apabullador 20-4 y, además, el primero llevaba nueve victorias consecutivas, mientras que el segundo no le ganaba desde el Abierto de Australia de 2011 (cuartos de final). «Definitivamente, hoy jugué mi mejor partido de toda la semana. Peleé todas las bolas, y realmente estoy muy satisfecho porque jugué mi mejor tenis (…) Ahora trataré de descansar y recuperarme para el gran partido de mañana (domingo), pero estoy muy contento de estar aquí, algo que me trae grandes recuerdos», destacó Ferrer, emocionado, tras el triunfo.

Ferrer, defensor del título, jugará su novena final de la temporada ante el N.2, el serbio Novak Djokovic, quien venció más temprano al suizo Roger Federer en tres mangas, por 4-6, 6-3 y 6-2. Nadal, por su parte, disminuido, cometió este sábado una cantidad de faltas directas poco frecuente y, con este resultado deja ‘Djoko’ en posición de birlarle nuevamente el N.1 mundial de la ATP, para lo que debe imperativamente ganar el domingo en la final. «David jugó mucho mejor que yo, hoy», reconoció el balear. «Lo único que puedo hacer es felicitar a mi amigo y desearle la mejor de las suertes para mañana», añadió el perdedor con afecto e hidalguía. Ferrer se mostró muy eficaz en esta semifinal disputada en sala y sobre superficie dura, sobre la que el manacorense no se siente cómodo, por lo que el primero impuso su ritmo.

En cierta manera, puede considerarse una pequeña revancha de la final de Roland Garros-2013 en la que Nadal se lució y lo aplastó (6-3, 6-2 y 6-3).

Con golpes cruzados y muchas subidas a la red, Ferrer, que llegó al N.3 este año por primera vez.