Festejo y austeridad en la toma de posesión de Obama

<STRONG>Festejo y austeridad en la toma de posesión de Obama</STRONG>

BBC Mundo, Washington. La ciudad de Washington realiza una extensa serie de eventos de gala y fiestas en honor a la investidura del presidente estadounidense Barack Obama a su segundo mandato.

Según el Comité Presidencial Inaugural (PIC, por sus siglas en inglés) sólo habrá dos galas sancionadas pero eso no evita que centenares de miles lleguen a la capital para participar en sus propias celebraciones.

El presidente, vicepresidente y sus respectivas familias asistirán a las galas oficiales pero al margen habrá decenas de otras fiestas, bailes y eventos auspiciados por organizaciones políticas y empresas privadas a nivel nacional y local que están abiertas al público que quiera pagar el precio de la entrada.

Quienes patrocinan estos eventos usualmente apoyaron activamente la campaña del presidente y buscan manifestar su vínculo con el nuevo gobierno al tiempo que promueven sus agendas políticas, empresariales y sociales. Por ende, estas fiestas varían mucho en su estilo y tema.

Sello presidencial. La investidura de un presidente de Estados Unidos, cumple con los requisitos de la Constitución y solo implica el juramento del nuevo o reelecto mandatario ante los magistrados de la Corte Suprema y los líderes de los partidos en el Congreso.

La ceremonia, que se lleva a cabo el 21 de enero, busca celebrar la continuidad de la democracia así que el acto generalmente se hace en público frente a decenas de miles de ciudadanos con discursos, interludios musicales, oraciones y poemas seguidos de un desfile militar.

El espectáculo continúa hacia la noche con fuegos artificiales y las fiestas de gala sancionadas por el PIC -que son muy promocionadas y solicitadas- con lista de invitados y a las cuales asistirán el presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden con sus respectivas familias.

«El presidente le pone el tono a estas fiestas, tienen su estampa y proyectan sus intereses y temas prioritarios», dijo Anita McBride, profesora de Relaciones Públicas de la Universidad Americana.

«El presidente le pone el tono a estas fiestas, tienen su estampa y proyectan sus intereses y temas prioritarios», explicó a BBC Mundo Anita McBride, exjefe de gabinete de la exprimera dama Laura Bush y ahora profesora en la Escuela de Relaciones Públicas de la Universidad Americana en Washington.

«Algunos han tenido un tinte militar en apoyo a las tropas. En el caso de Laura Bush, ella pidió específicamente que hubiera un evento que honrara las figuras literarias de EE.UU.»

La realización de estos eventos se coordina desde la Casa Blanca, con mucha participación de la primera dama y su jefe de gabinete, indicó la profesora de la Universidad Americana.

Pero muchas personas ponen de su parte, sobre todo cuando se trata de elaborar la lista de invitados, pues es la oportunidad de los políticos del partido para agradecer a quienes los apoyaron en sus campañas electorales.

«Fueron muchas organizaciones y personas las que trabajaron con la campaña demócrata. No solo políticos, sino firmas, empresarios y las personalidades de Hollywood. Se espera que todos ellos vengan».

Para todos los gustos y bolsillos. Las cosas, sin embargo, no serán iguales a otras ocasiones, agregó la académica. «Este año solo habrá dos fiestas de gala oficiales para reflejar la situación económica pues hay poco interés en gastar mucho en estos eventos», dijo y señaló que el costo de estas celebraciones se recauda de donaciones privadas a través del comité. El dinero que sobre se dona a un fondo de caridad seleccionado por la Casa Blanca.

Pero por toda la capital estadounidense habrá múltiples celebraciones y estas son tan variadas como los grupos e intereses que las organizan, ya sean de carácter proselitista, corporativo o activista.

En primer lugar están las delegaciones de los diferentes estados de la Unión que buscarán alguna manera de celebrar el acontecimiento, ya sea participando en el desfile inaugural o con su propia recepción.

Fuera de estas, hay decenas de fiestas con carácter no oficial que, aunque no son sancionadas por el PIC, sí se registran con el comité. En estas galas participan también varios políticos asociados con el partido en el poder y muchas esperan atraer la atención del presidente y su familia, aunque no es probable que asistan a todas.

«Muchos de los bailes son demasiado caros para los voluntarios y estudiantes que participaron en la campaña y queremos que el mayor número posible pueda venir a DC a divertirse», explicó Rodney Musoko, organizador de la Descarga de Ritmo y Blues

No obstante, aquí estarán, algunos más ostentosos que otros y con costos de entrada que pueden oscilar entre los US$40 hasta varios cientos de dólares.

La empresa automotriz Ford, por ejemplo, ocupará el Museo del Aire y el Espacio con un festival que celebra la innovación y la tecnología. «Es algo que hacen para su propia promoción», señaló Anita McBride y para agradecer de alguna manera el rescate de la industria por medidas tomadas por el gobierno de Obama.

El contingente latino desea manifestar su creciente influencia política y estará ofreciendo un espectáculo de estrellas hispanas en el Centro Kennedy, un centro cultural local, con una fiesta posterior. Entre los participantes estarán José Feliciano, Rita Moreno, el Ballet Hispánico de Nueva York y la actriz Eva Longoria como anfitriona.

Longoria manifestó al diario Washington Post que buscan promover mayor participación latina en la capital. «Jugamos un papel crítico en las elecciones de este año y ayudamos a inclinar la balanza a favor del presidente Obama», expresó, «pero no vamos a esperar otros cuatro años para tener un impacto en el futuro de nuestro país».

Aún así, no se sabe con seguridad si el presidente Obama hará un acto de presencia para reconocer el apoyo hispano a su victoria electoral.

«Perla» del pacífico. En realidad son pocos los que esperan que el mandatario se aparezca a su ágape pero eso no evita que estén festejando y promoviendo sus causas particulares.

No es difícil adivinar la oferta de la fiesta de La Generación de Ahora – con Jessica Alba, El Baile Verde, la Fiesta de los Cerveceros, la de los Embajadores de África, la del Sueño Realizado y hasta La Fiesta de los Operadores Negros de Restaurantes McDonalds (tal como lo lee).

BBC Mundo se puso en contacto con los organizadores de algunos de los eventos.

Christine Chen es una activista de ascendencia asiática que con otros tres colegas es responsable de la gala de la Perla. «La llamamos Perla porque queríamos darle un tono sofisticado sin aludir necesariamente al estereotipo asiático», afirmó.

«Fue un concepto que desarrollamos hace cuatro años, después del número sin precedentes de asiáticos que se vincularon al proceso electoral».

En la primera fiesta, en 2009, tuvieron 1.500 personas. Aunque esta vez estiman será un poco menos pero «lo emocionante es que ahora hay más miembros del Asia-Pacífico que fueron elegidos al Congreso así que hay mucho que celebrar».

Uno de los presentes será Chris Lu, Secretario del gabinete, que es el cargo más alto en el gobierno de Obama ocupado por una persona de ascendencia asiática.

Religión, comedia y salsa. Otra fiesta que estará repitiendo en Washington será la Musulmana. Tahir Kaiyum, coordinador del evento, expresó que el propósito, como en la primera edición, es honrar los esfuerzos que ha hecho el presidente Obama para comunicarse con personas de diferentes religiones.

«Nuestra meta es celebrar la diversidad y las variadas fes y culturas que abundan en Estados Unidos», comentó a la BBC. Kaiyum informó que cuentan con la participación de líderes de diferentes comunidades religiosas y del representante a la Cámara Baja por el estado de Indiana, Andrew Carson.

Pero eso no significa que la celebración vaya a estar exenta de diversión. La velada incluirá jazz, hip-hop y el recital del cómico musulmán Preacher Moss, conocido por su rutina titulada «Alá me hizo chistoso».

Para un ambiente más movido está lo que podría traducirse como Descarga de Ritmo y Blues, organizada por un grupo neoyorquino que produce fiestas de blanco en la «Gran Manzana». Es la primera vez que se lanzan a participar en la investidura presidencial.

«Estuvimos muy activos durante la campaña de Obama y nos atrajo el espíritu de voluntariado que fue la base de la campaña», manifestó Rodney Musoko, uno de los organizadores. Ese espíritu también lo quieren reflejar y celebrar en el evento que tiene uno de los precios de entrada más bajos.

«Muchos de los bailes son demasiado caros para los voluntarios y estudiantes que participaron en la campaña y queremos que el mayor número posible pueda venir a Washington DC a divertirse», aseguró Musoko a la BBC.

La fiesta promete tener música para todos los gustos. Desde el blues al reggae hasta varios géneros latinos y caribeños como salsa y merengue.

Entre las más de 60 fiestas habrá algo para todos, inclusive para los republicanos que vieron frustradas sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca. Gústeles o no, ellos estarán asistiendo por lo menos a las galas oficiales, garantizó Anita McBride.

«Hay muchos republicanos que trabajan en compañías que tienen que negociar con el gobierno. Aunque les gustaría que el resultado fuera otro, esa es la realidad y tiene que estar presentes también», concluyó.

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