Festival Internacional de la Imagen en la isla de Guadalupe “Huellas, Trazados, lo que será”

Festival Internacional de la Imagen en la isla de Guadalupe “Huellas, Trazados, lo que será”

El Festival Internacional Caribeño de la Imagen se inauguró el 9 de julio pasado en la isla de Guadalupe, en el Centro de Arte Contemporáneo Memorial ACTe, que a su vez fue inaugurado el 10 de mayo del 2015, en la capital, Pointe-a-Pitre.
La convocatoria contó con una representación contemporánea por países de las nuevas tendencias de la imagen actual, tanto en fotografía como en video arte, instalaciones fotográficas y videos. En el conjunto de los países del Caribe, participaron Cuba y República Dominicana, y el Caribe francés y anglófono, extendiéndose a América Central, así como permitieron participar a Venezuela y Colombia.
El concepto de este evento atrajo una gran participación de artistas, cuyas carreras se llevan desde el Mundo. Pues, quedó claro que los artistas del Caribe, en su mayoría viven en las grandes urbes internacionales como Londres, París, Copenhague, New York y Tokío, entre grandes ciudades. Los organizadores de este Primer Festival tomaron en cuenta esta realidad migratoria, yendo más allá del concepto de diáspora y considerando con mucha apertura que los artistas, tanto emergentes como consagrados, marcan sus carreras a través de procesos errantes por el mundo, en busca de nuevos significados, encuentros e investigaciones, tanto tecnológicas como conceptuales para ejercer su destino de artistas y la calidad de sus propuestas.
El Curador general de la Exposición y a la vez fundador del Festival, Jea-Francois Manicom, fotógrafo experimentado y con una larga trayectoria por el mundo, especialmente en París, donde residió muchos años, invitó a la manifestación de nuevas tendencias, sin tomar en cuenta las generaciones, ahorrándose el discurso ya muy fuera de récord o sin sentido, entre “consagrados y emergentes”. Aquí todo el esfuerzo se concentró en la propuesta de las imágenes.
Podemos destacar que nos atrajo mucho la atención y la ocurrencia del montaje, que partió de la misma idea del “viaje” y del movimiento migratorio, considerando las mismas cajas de madera ligera, de pino, en las que se transportaron las obras, como soportes de instalación de la colectiva. El conjunto visual, sea en fotografía como en video, realzó la contextualización humana del factor migratorio en el Caribe, pues, muchas de las imágenes ponen en evidencia los elementos de transformación, metamorfosis del viaje, como formulación de nuevas dinámicas culturales, corporales, tanto en el movimiento como en las expresiones y en los lenguajes.
Tony Coco-Viloin, director artístico video, especialista de “la palabra”, en su conferencia en el marco del evento, insiste en la importancia del verbo, el ritmo y la visión de la realidad encuentro de las “caribeñeidades”, que permite a los y las artistas mirar y cuestionar sus propias prácticas, sus individualidades y porqué no distanciarse o verse bajo otras miradas y la suya propia…
Robert Charlotte, presenta sus encuentros a través de todo el Caribe, con representaciones humanas dentro de sus contextualizaciones culturales, poniendo en evidencia sus trabajos más recientes con las comunidades garífunas, especialmente la de Saint Vincent Island.
Jean-BaptisteBarret trabaja sobre las evoluciones humanas en el contexto marítimo y escenifica, con humor y recursos minimalistas la evocación del naufragio como aventura individual de salvación y de migración accidentada. La recuperación de un bidón de plástico como elemento de reciclaje, para evocar la máscara africana traída al Nuevo Mundo. El conjunto de su serie manifiesta una exquisita y equilibrada composición entre cuerpo, elemento natural y referente kitsch del salvavidas. Este artista residente en Martinica desde hace más de veinte años, trajo en sus imágenes una composición extremadamente equilibrada con una revolución del color tanto en la superficie como en la profundidad.
En torno a la dramatización del contexto social, el joven fotógrafo de Haití FrancoisGasnwer, con talento de dramaturgo, proyecta las circunstancias de violencia política de su país, poniendo en primer plano la simulación de la guerra y del conflicto en personajes, en su mayoría adolescentes con reminiscencias de infancias, en cuerpos atizonados, perdidos entre la realidad y la ficción, como si estuvieran imitando un juego de acción guerrillera de la película que acaban de ver. Entre metáfora y realismo, entre humor y denuncia, que el artista Gasner señala presentando una realidad escalofriante de la violencia que va marcando las nuevas generaciones de Haití
Desde hace muchos años conocemos a fondo el arte y la literatura caribeña, y de las islas francófonas siempre hemos admirado a Henri Tauliaut, nacido en Guadalupe y residente en Martinica, quien siempre se ha definido como un artista investigador, que entre otras artes, practica el vídeo arte y produce performances que mezclan lo vegetal, lo mineral, lo animal, lo humano y lo tecnológico.
Las imágenes reflejan los objetos con fluidez y resonancia visual. La palabra “imagen” nos invita a estirar nuestra mirada como un acordeón y atrapar las secuencias de la vida que se presentan ante nuestros ojos. Fijación y apertura. La imagen fija nuestra memoria y abre nuestro pensamiento. Aquella perspectiva es la que nos impactó en el trabajo de tres artistas contemporáneas de la República Dominicana.
Iniciamos con la extraordinaria participación de Quisqueya Henríquez, y las hermanas Scherezada e Ileana Emilia García. Tres consagradas artistas que parten de generaciones formadas a finales de lla década de 1980 y continuando sus carrera ascendentes en el fin del siglo XX e inicio del siglo XXI actual.
Quisqueya Henríquez, una artista conceptual muy aguda y de sólida formación que cuenta con un espacio en el arte conceptual del mundo. Se siente en su obra la profundidad de la búsqueda, la continua búsqueda de un pensamiento y, sobre todo, la pasión por su trabajo, donde conviven “lo culto y lo popular”. La fotografía, el performance, las instalaciones, los vídeos artes, son los soportes a los que desde siempre ha recurrido. Abordar estos medios y las ideas que le acompañan hacen de esta artista –quizás-, una especialista difícil de interpretar. Esta artista nos invita a cuestionar el significado del tiempo y de la materia cuando un objeto triturado y arrugado se hace sólido tras un proceso de congelación. La ropa arrugada y congelada se transforma en esculturas inéditas en las cuales podemos ver formas animalescas que nacen con el volumen de la tela congelada.
Sobre la obra de otra dominicana, residente en New York, participante en el Festival, entendemos que Scherezade García parte de su isla, se interesa por la historia de República Dominicana a través de una perspectiva sociológica y antropológica, presente en todos sus soportes técnicos, sobre todo, en sus dibujos y pinturas, en sus performances e instalaciones que proyectan con mucha intensidad una energía vital, que es, a su vez, su energía de vida. La fuerza de evocación del contexto humano y la nitidez en la pintura en las telas de esta artista contemporánea tienen un duende que entremezcla un estilo barroco-clásico y un expresionismo posmoderno, muy dominado por la relación tierra, agua, luz, sombra, realidad y sueño, que invitan a meditar sobre el presente y el pasado de cada uno de sus personajes centrados en una especie de pensamiento o meditación.
Ileana García trabaja la poética del exilio, del éxodo y de la inmigración. La ida, partiendo de un punto geográfico dado, representada por la orilla del mar y las olas que avanzan suavemente en la arena, difundiendo una postura apacible y contemplativa. La silla de paja es el único índice de la ausencia de quien se fue, sea un hombre, una mujer, un niño, un adulto, una persona joven o una persona anciana. Nos encontramos en una situación desconocida en la cual el movimiento de las olas señala la partida sin que sepamos nada de la llegada. Mecidos por lo desconocido, podemos sentir toda la intensidad dramática de la situación. No hay nada más caribeño que la ida y el enigma de la llegada…
Compartimos sus trabajos como una ofrenda a la creación visual en un evento animado por la fuerza del Tout-Monde.
Finalmente, la ganadora del premio en la fotografía fue Nadia Huggins, fotógrafa autodidacta, nacida en Trinidad y Tobago, y residente en San Vicente y las Granadinas cuyo trabajo sobre la relación de los adolescentes con el mar suscitó interés en el juego del color de superficie y de profundidad y en la definición de los cuerpos de chicos entre 15 y 18 años, “momentos en los que esta artista considera que sobresalen el valor, la amistad y la libertad en la vida de aquellos chicos”.

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