Fibras, proteínas y grasas contra el cáncer de mama

<P>Fibras, proteínas y grasas contra el cáncer de mama</P>

El mundo conmemora una vez más el día de la lucha contra el cáncer más frecuente en las mujeres, enfermedad que si bien se combate a fuerza de mucha voluntad también exige la ayuda de ciertas armas que muchas veces son ignoradas. Porque el cáncer de mama se previene y se combate, entre otras alternativas, con una buena alimentación aunque este factor no siempre se considera  a tiempo.

Además de que una dieta nutritiva y balanceada influye muchísimo en la prevención de éste y todos los tipos de cáncer existentes, es indispensable en pacientes que ya están padeciendo de la enfermedad. Y es que el cáncer es una afección en la que el cuerpo se agrede a sí mismo -las células cancerosas se comen a las células buenas- y sin una buena nutrición el cuerpo no será capaz de resistir.

Así lo afirma el doctor Felipe José Rodríguez Moya, presidente de la Sociedad Dominicana de Nutriología Clínica, quien a la vez señala que el tema de la nutrición es muy descuidado en pacientes con cáncer y, generalmente, se acude al nutriólogo cuando ya el paciente ha perdido su tejido graso y muscular.

Alimentos beneficiosos.  El paciente con cáncer necesita una dieta hiperprotéica e hipercalórica aunque todo bien equilibrado, señala Rodríguez Moya. Dentro de los alimentos que son importantes antes y durante el cáncer el especialista destaca las fibras, proteínas y las grasas. “Se ha visto que las grasas ayudan a mejorar el cáncer,  pero  también sabemos que muchas de las fibras de frutas y vegetales ayudan también a la prevención”, dice.

 Para el consumo de fibras, las legumbres, frutas y vegetales (especialmente aquellos con tallos como el brócoli) son la fuente más recomendada por sus efectos antioxidantes,  que impide que las células se degeneren.

“Normalmente uno suele decirles a los pacientes que ingieran buena cantidad de legumbres como las habichuelas negras, riquísimas en proteínas, hierro y fibra; también los guandules secos,  arvejas y lentejas ayudan grandemente”, añade.

La cáscara de los frutos secos y los cereales integrales como el trigo, la cebada y el arroz, actúan  removiendo sustancias dañinas del intestino.

“El uso de agua también ayuda para que se mantenga la sangre bien purificada y mejora el transporte y también de algunas sustancias de defensa del propio  organismo. Los derivados lácteos también. El yogur natural es el mejor, equilibra la flora intestinal y proteger el PH, lo cual  ayuda a prevenir las enfermedades neoplásicas”.

Como fuente de proteína, el huevo hervido ofrece la mayor concentración natural y que se absorbe mejor, siendo la clara la parte más importante.

“Es bueno recordar las grasas. El aceite que más se recomienda es el aceite de oliva extra virgen envasado en cristal, pues en otros envases se va degradando. Las margarinas y mantequillas también nos ayudan a mejorar la calidad de vida de este tipo de pacientes”.

Nutrición precoz 

“Debe haber una estrecha relación entre el oncólogo y el nutriólogo porque  el cáncer crece mientras el paciente no come, más aún si tiene que recibir quimio o radioterapia. Si el paciente va a recibir uno de estos procedimientos debe  tener un buen material para responder al procedimiento. Si es una cirugía y no tiene buena nutrición, no va a cicatrizar bien. No va a tener un buen transporte, porque los medicamentos se transportan a través de proteínas especificas que se adquieren a través de la boca. Estas proteínas son como motoconchos en las que los medicamentos van montados. Si no tiene esa proteína  por más que le den un tanque de medicamentos o terapias no les va a funcionar”, dice Rodríguez.

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