Decenas de personas acuden diariamente a la Fiscalía del Distrito Nacional y luego a la Procuraduría General de la República en busca de que se les eliminen fichas penales (impuestas a los implicados en casos de delitos y crímenes), ya que aunque hayan pagado la condena aplicada por un tribunal, los bancos del país les prohiben obtener préstamos y solicitar todo tipo de tarjetas.
La peor situación está para los que gestionan préstamos, ya que siempre figuran en Data-Crédito, un centro de información de crédito, que los presenta con impedimentos penales. Los más desesperados en que se les quite las fichas son aquellos que se vieron envueltos en procesos hace varios años y que sin embargo, no fueron sentenciados por ningún juzgado.
Estas personas reclaman a las autoridades del ministerio público que se les quite la señal de impedimento en los archivos judiciales, debido a que en su contra no se pronunció sentencia, sino un sometimiento. Magalis Piña Moreta sufrió un ataque en un banco del país y más tarde en la Fiscalía, al enterarse de que estaba fichada por un conflicto con un hermano, en 1994.